Mientras el presidente Mauricio Macri se encuentra de gira en Estados Unidos, ministros de su gabinete salieron este martes a cuestionar el paro nacional de la CGT y las CTA y coincidieron en que se trató de una medida impulsada por «una dirigencia teñida de intereses políticos y electorales».
«Hay una dirigencia sindical que tiene bastantes vertientes, que muchas están teñidas de intereses políticos y electorales. Como dijeron ayer algunos, que lo mejor que les puede pasar es que se vaya este gobierno», subrayó el secretario de Trabajo, Jorge Triaca, en referencia al discurso del secretario de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, en Plaza de Mayo.
En tanto, el funcionario dijo que «hay algunos dirigentes en los que se puede reconocer la buena fe y el diálogo, que más allá de las diferencias se puede tratar de trabajar una agenda común».
«Hay que agradecer a todos los argentinos que piensan que a través del trabajo se cambia la realidad y no a través de un paro», sostuvo Triaca en declaraciones a radio Mitre.
El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, aseguró, por su parte, que tras el paro general el Gobierno mantendrá el diálogo con todos los sectores que tengan «capacidad de construcción».
«Después de hoy seguiremos manteniendo el diálogo, trabajando en los temas que nos preocupan como el empleo y la actividad económica. Lo haremos con todos los sectores en los cuales encontremos que hay una instancia de poder trabajar en conjunto y de poder construir una instancia superadora. Vamos a hablar con todos los sectores que tengan capacidad de diálogo, capacidad de construcción aún en la disidencia», indicó.
En declaraciones a radio Continental, el jefe de la cartera de Producción también se refirió a lo que dijo Micheli este lunes en la Plaza de Mayo, sobre que «o se cae este modelo económico o estos tipos dejan el gobierno».
«Claramente la manifestación de ayer es la Argentina que no queremos y que debemos dejar atrás. Las formas, los comentarios, la forma en la cual quieren interpelar al poder político, es la argentina prepotente, de violencia, que los argentinos decidimos que no queremos», señaló Sica.
A su turno, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, expresó que el paro general «no contribuye en nada» y que el rol sindical «se mezcla con las apetencias políticas».
«En algunos casos lamentablemente se mezcla mucho las apetencias políticas, las orientaciones partidarias, con el rol sindical», manifestó Dietrich.
Según evaluó, «hay claros ejemplos de casos en que se olvidan de la representatividad de la gente para priorizar una postura política».
«Eso le hace mal al sindicalismo, le hace mal a sus representados porque se separan de la necesidad de la gente», afirmó.
En tanto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, advirtió que existe «un intento de imposición, de querer gobernar» de parte de los gremios, los que –según dijo– se manejan «fuera de los parámetros de la democracia».
«Hay un intento de imposición, de querer gobernar de aquellos que representan a un sector de la sociedad, no políticamente, sino gremialmente. Que sea el cuarto paro general al gobierno, lo que dijo Micheli, la verdad es un clima fuera de los parámetros de la democracia», señaló la funcionaria nacional.
En declaraciones a la prensa, Bullrich sostuvo que «ellos quieren gobernar como siempre, con privilegios y con dominio de la situación de la calle, y cuando eso se pone en cuestión hay paros todos los días».
