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Llegar a Mundo Aparte y recorrerlo es una manera de conectarse a pleno con la naturaleza. Por un lado hay animales que uno no espera encontrar en la gran ciudad, por otro la biodiversidad de la naturaleza hizo que plantas frutales, árboles autóctonos y aromáticos crezcan en el mismo espacio de dos hectáreas que linda con el polideportivo del Club Argentino, en Sorrento 1595.
“Aquí pasan cosas maravillosas”, sostiene su creadora y directora, María Esther Linaro. La mujer, quien fuera directora del zoológico municipal hasta el cierre de sus puertas y que emprendiera el compromiso de preservar animales desde hace 4 años en Mundo Aparte, recorre a diario semejante predio cuidando de la vegetación que se adueñó de cada centímetro.
“Los únicos que están sectorizados son los animales, las plantas han hecho lo que quisieron”, dijo Linaro mientras señalaba una planta de laurel rodeada de palmeras y espinillos.
Con el paso del tiempo y del trabajo en el lugar se creó un microclima muy especial que hace que las plantas crezcan a pasos agigantados y se vayan reproduciendo al libre albedrío. Muchas de ellas cuentan con semillas en sus frutos y al ser comidas por pájaros, estas semillas suelen caerse en otro sector de las dos hectáreas de Mundo Aparte y allí nace un nuevo árbol. “Con los espinillos pasó que los pájaros vienen y comen sus chauchas y se han desperdigado semillas en el predio del Club Argentino, entonces hoy ellos también tienen plantas de espinillo, cuyas ramas con espinas también las usamos para defender nuestra casa”, comentó Linaro a El Ciudadano.
La paz reinante en el lugar es reconfortante. El público en general puede visitarlo los domingos a las 16, allí verán un video de 15 minutos donde se conocerá el trabajo desde la entidad y cómo llegaron los animales al lugar y cómo están en la actualidad. “El video es para que la gente no se mentalice que éste es un zoológico, acá no se viene a entretener a los chicos, sacarle fotos a los animales y pasar la tarde, todo esto es un esfuerzo que se debe emprender, y todos los animales acá tienen un problema físico causado por el hombre. Por eso asumí la responsabilidad de cuidarlos”, señaló Linaro y agregó: “Algunos de los animales de aquí no son mansos, porque el hombre los ha lastimado mucho y rechazan a todo ser cercano”.
Celebrando el día del planeta
Para conmemorar el día del planeta y abrir nuevas posibilidades de oxigenación en la ciudad, Mundo Aparte regalará plantines y árboles autóctonos a los que se acerquen desde hoy a las 16. Asimismo, se les entregará a cada interesado el plano para construir una cocina ecológica como la que hay en el predio. La misma está construida con una caja de madera, una puerta en uno de sus laterales y en la parte superior se reemplazó la madera por un vidrio grueso o doble, según las posibilidades. El vidrio es rodeado por una especie de campana de hojalata, tipo satélite, que capta los rayos solares. “En esta cocina se puede preparar por una hora un bife de carne y podés hervir agua y sacar los platos sin quemarte. Es maravilloso. La madera es aglomerada, es de segunda calidad, y si uno que está solo, y no tiene trabajo, ni dinero para comprarse una garrafa, tiene tiempo. Entonces sería bueno que la Comisión de Ecología en el Concejo Municipal, hay una comisión asesora de las ONGs, explicara por qué hasta ahora nadie buscó una manera de reciclar estos materiales y ahorrar no sólo dinero sino energía. No significa que esta persona esté condenada de por vida a cocinar su comida en un artefacto de este tipo, pero por lo menos ayudará a paliar el hambre por la falta de recursos. Es algo básico, comunitario, incluso, con los chicos de la facultad tecnológica podrían estudiar y hacer un pequeño acumulador, con una batería, y se puede cocinar también en un día nublado, porque la energía solar está almacenada en el dispositivo”, explicó.
Ejemplares en la ciudad
En el recorrido por Mundo Aparte está Fénix, el león rescatado del zoológico de Luján. El felino estuvo durante tres meses tirado en un pequeño cuarto del zoo de Luján y fue rescatado por los integrantes de Mundo Aparte cuando fueron en busca de un guanaco que había desaparecido. “Fénix estaba a punto de ser sacrificado y lo trajimos, lo pusimos en esta jaula donde antes estaba Simba, la leona que murió hace un tiempo. Al lado está su compañera, pero está castrada, así que no vamos a tener cachorros. Acá no pretendemos ampliar la especie en cautiverio, como hacen en los zoológicos. Además, fue terrible saber que Fénix tiene secuelas neurológicas por haber sido dopado tanto tiempo en el zoológico para que no se altere ante la visita y el bullicio de la gente”, explicó Linaro.
Fénix no tiene techo en su jaula, “no se va a escapar, no cuenta ya con la habilidad física para treparse”, lamentó la responsable del espacio ecológico. Unos metros más atrás están los pumas, entre ellos Zeus. El animal sufrió la extirpación de sus garras a los tres meses de vida, por ende éste tampoco tiene techo en su jaula. En tanto, Pipo, el jabalí yace solo. “Pipo está muy humanizado, lo llevó al zoológico un cazador arrepentido. Mató a la madre de lejos y cuando llegó vio que estaba él, muy chiquito. No podíamos dar con la calidad de leche porque es mucho más grasosa que la de la vaca, y se nos moría, así que lo teníamos en brazos todo el día, dándole calor y que escuchara latir nuestro corazón, porque si le poníamos una estufa se deshidrataba” contó.
En otro sector se encuentra Malena, una de las dos coatíes. “No se lastiman, pero no pueden estar juntas”, comentó Linaro mientras le acariciaba el hocico a Malena.
Linaro se encarga también de curar a los animales de Mundo Aparte, ayudada por el asesoramiento de muchos de los veterinarios de la zona. “No me quedo con una sola opinión, consulto mucho a los profesionales, pero los curo yo. Vi tantas veces cómo por medio de la presión y el maltrato se intenta curar a los animales que pongo en práctica el amor y la paciencia, además de las recomendaciones que me dan. Yo no los enlazo, aún cuando tienen algo bravo. Me siento horas en la jaula, con el producto médico y de a poco le saco todo el mal” dijo.
Respecto a la decisión de castrar a todas las hembras, la responsable de Mundo Aparte sostuvo: “Si tenés un plan de reintegro en la naturaleza, estamos de acuerdo, por eso los mantengo lo mejor que puedo pero no pueden volver a la naturaleza. Estos animales llegaron muy lastimados, con huesos quebrados y con mucho miedo o resentimiento, depende el caso, por su mala experiencia con el ser humano, si regresan a su hábitat natural (muchos nacieron en cautiverio) morirían al instante por no saber defenderse ni buscar alimento. Hay que hacer las cosas in situ, tenemos este lugar y no buscamos seguir con la infamia del comercio de mostrarlos para recaudar dinero. Por ejemplo, en los zoológicos nacen cachorros todo el tiempo. Con Fénix pasó que al crecer dejó de ser interesante y atractivo porque había leones más chiquitos. Entonces es imposible mantenerlos de buena manera en una habitación en común”.
En tanto la directora hizo referencia a uno de los zoológicos más impactantes del país: Temaikén. “Es lo mismo pero con mucho lujo. Si yo fuera Pérez Companc hubiera protegido con ese dinero la nuboselva, no hubiera hecho otro zoológico, siempre que se busque la conservación. Este es otro circo, con mucho dinero que solventa el equipo de profesionales que tiene”, adujo.
“El objetivo de tantos años de trabajo es transformar el lugar en un centro de interpretación ecológica y educación humanística. Hay que aprovechar los recursos que nos da la tierra, y no colmar cada campo de soja. Si con eso se elimina el hambre en el país, bienvenido sea, pero con la soja se llenan bolsillos en vez de panzas” remató.