Una mujer entregó en Rosario 14 armas que había heredado de un tío fallecido y que debían pasar por una compleja sucesión, mientras un hombre que vio a sus nietos colocarse sus viejos revólveres en la cintura a modo de juego decidió desprenderse de ellos en el Plan de Desarme Voluntario, informaron este domingo fuentes oficiales.
Se trata de algunos de los casos registrados las últimas dos semanas en Rosario y Venado Tuerto, en Santa Fe, donde el plan conjunto entre la provincia y la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac) puso en marcha su programa de recuperación de armas de fuego en manos de civiles, a cambio de un incentivo económico.
«Uno de los primeros días, una mujer se acercó con 14 armas de fuego, dijo que eran de un tío suyo, que había fallecido, y que en el marco de la sucesión eso iba a ser un problema, a pesar de que las armas estaban legalmente registradas», contó a Télam Lautaro Sappietro, director de la Agencia Provincial de Prevención de Violencia con Armas de Fuego.
La mujer comentó en el puesto móvil de recepción de Rosario que tenía hijos adolescentes y le daba miedo tener ese arsenal en su casa.
«En la sucesión iba a tener que hacer mucho papelerío para obtener el permiso de legítima usuaria, y de esta manera lo solucionó y se llevó unos cuantos pesos», dijo el funcionario santafesino.
También relató el caso de un hombre de Venado Tuerto, militar retirado, que esta semana se acercó con 4 revólveres al puesto del Plan de Desarme Voluntario.
Sus nietos se quedan los fines de semana con él, y los vio jugando con las armas –que estaban descargadas- en la cintura.
«Esa imagen lo impactó y se vino y entregó todos. Y eso que le gustaban las armas, las pulías, iba a un polígono de tiro, pero dijo: ‘Esto no es lo que estoy buscando'», relató.