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Una mujer dominicana estaba grave tras ser baleada en un bar

Es el segundo ataque a balazos contra el local en menos de un mes. En el anterior, el 29 de marzo pasado, no hubo heridos

Una mujer de 42 años estaba grave luego de ser herida de varios disparos durante una balacera que se desató anteayer por la noche contra el frente del bar ubicado en Castellanos 627, del que supuestamente es titular del fondo de comercio. La víctima fue trasladada de inmediato al hospital provincial del Centenario, donde fue operada producto de las lesiones recibidas. Se trata del segundo ataque perpetrado en el lugar en poco menos de un mes.

El hecho ocurrió pasadas las 20.30 de anteanoche frente al bar que sólo tiene unas pocas plazas, una mesa de pool y está a ubicado a metros de la terminal de ómnibus Mariano Moreno y a otro tanto del centro de salud al que fue derivada la herida.

Ayer por la mañana, el tema del ataque al comercio era recurrente en los vecinos de la cuadra que hablaban de “vuelto”, “droga” y “prostitución”. Una fuente ligada a la investigación dijo que en el hecho “hubo un combo de todo eso” pero que no podía “ampliar información” debido a que “hay medidas en curso para dar con los responsables de lo ocurrido”.

No es la primera vez que el local de Castellanos 627 es blanco de balazos en el frente. Hace poco menos de 30 días, también desde una moto, efectuaron varios disparos hacia el bar, aunque en esa ocasión no hubo heridos. “A un vecino le hicieron percha el Fiesta (Ford) bordó con los tiros; esa vuelta yo levanté tres vainas del piso. Para mí que es un vuelto de alguien, el ambiente ahí es pesado. Si es un bar con tres o cuatro mesas, ¿quién se va a ir a sentar a tomar una cerveza de paso?”, contó un vecino a El Ciudadano.

Bajo el cielo plomizo que cubría el mediodía, algunos curiosos se asomaban por las ventanas pero las volvían a cerrar temerosos. Sin embargo, varios vecinos rompieron el silencio y hablaron con este medio: “No veo la hora de que saquen los prostíbulos que hay, uno en esta cuadra (Castellanos al 600) y otro acá a la vuelta, por Santa Fe. Es tierra de nadie, después de las ocho de la noche ya no se puede salir a la calle y nadie hace nada. No es por las chicas sino por la meresunda que traen aparejadas”, dijo una mujer, refiriéndose a los “clientes”.

Siempre de acuerdo con el relato de los vecinos, el bar que fue blanco de ataque abre sus puertas alrededor de las 18 hasta altas horas de la madrugada. “Las chicas paran ahí y caen los clientes; dicen que corre la droga pero no lo podemos asegurar porque no entramos ahí. Para mí que lo de ayer (por el martes) fue un vuelto de algo porque no puede haber tanta saña”, agregó uno de los vecinos.

Perfil bajo y silencio

Luego del primer ataque a balazos contra el local el pasado 29 de marzo –en el que sólo hubo daños materiales– el lugar mermó su actividad y atendía al público en forma esporádica. Algunos días estaba cerrado y, por lo general, sólo abría los fines de semana. Justamente, anteayer cerca de las 16.30 un camión de una distribuidora descargó una importante cantidad de cajones de cerveza.

Fiesta

“Eso me pareció sospechoso porque si le dejaron tanta mercadería es porque pensaban abrir de nuevo como siempre y a las pocas horas pasó lo de los tiros y de la chica que, según escuché por la radio, está muy grave”, confió uno de los habitantes de la cuadra.

Un vecino recordó que escuchó al menos siete detonaciones: “Los primeros tres pensé que eran cuetes pero seguían y entonces me di cuenta de que eran tiros. Después, me asomé y vi que la chica que dicen que es la dueña del lugar estaba muy malherida pero no sé nada más”.

Versión oficial

Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) dijeron que dos personas que circulaban en una motocicleta llegaron al lugar y efectuaron tres disparos de arma de fuego. La dueña del bar, María Pérez P., de 42 años, se encontraba dentro del local pero cerca de la puerta de ingreso, por lo que fue alcanzada por las detonaciones.

También desde la fiscalía dijeron, que no se encontraron vainas en el lugar y hay medidas en curso en reserva, como también relevamiento de cámaras de la zona y declaraciones de testigos.

Al cierre de esta edición, la víctima continuaba internada en el hospital Centenario, en estado reservado.

En la investigación iInterviene comisaría 7ª, el Gabinete Criminalístico de la Policía de Investigación (PDI) y la Unidad de Flagrancia, aunque se le anotició de las actuaciones al fiscal Pablo Pinto, de la Unidad de Homicidios Dolosos.

 

Barrio Agote: “Zona liberada”

A mediados de este año una pelea entre trabajadoras sexuales de la denominada “zona roja de la terminal” se desató de mañana, a plena luz del día, y revolucionó la zona de Castellanos al 600. En la ocasión, una mujer fue herida por los golpes y tuvo que ser atendida en el hospital provincial Centenario. En la gresca habían participado dos mujeres y una transexual quienes utilizaron baldozas y otros elementos contundentes. El incidente terminó cuando personal policial arribó al lugar.

En otro hecho que de acuerdo a los investigadores “no está relacionado con el ataque al bar”, pero da cuenta del grado de violencia que viven los vecinos de barrio Agote, un joven colombiano fue acuchillado durante un intento de robo por parte de otros dos hombres de la misma nacionalidad. El incidente sucedió el domingo pasado a la madrugada y debido a las heridas sufridas la víctima, identificada como Wilson E., de 21 años, fue trasladada al Hospital de Emergencia Clemente Álvarez (Heca) en donde se lo diagnosticó herida de arma blanca en tórax y abdomen y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Hasta ayer, continuaba internado en el mencionado centro de salud, con custodia policial.

Los vecinos recordaron ayer los dos hechos de violencia ocurridos –que ya suman cuatro con los ataques a balazos al bar– e insistieron con que “viven en zona liberada”.

 

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