El operativo de desalojo de las familias que ocupaban el terreno de Maradona y Circunvalación comenzó a las 9 de la mañana. La Policía comenzó a levantar los puestos y casillas que habían armado las familias que allí se encontraban desde el domingo, cuando ocuparon esas tierras ante la falta de un lugar donde vivir. Los agentes comenzaron confiscando las pertenencias que las familias habían llevado al lugar. Pero no fue lo único que hicieron. También golpearon a las personas que se resistieron al desalojo. Eran varias familias, un centenar de personas, quienes decidieron cortar la avenida Circunvalación a modo de protesta contra la persecución padecida, pero fueron retirados por la fuerza, con el saldo de una mujer embarazada detenida. Como consecuencia de la violencia que padeció un ataque de epilepsia y no fue atendida en el lugar.
Milagros Pérez tiene tres hermanos y junto con su familia fueron víctimas del brutal desalojo. La joven contó a El Ciudadano que su madre Silvia Medina, que está embarazada de cuatro meses, enfrentó a dos policías para no ser desalojada y a cambio recibió golpes policiales. Como tiene epilepsia, comenzó a convulsionar. «No estamos robando ni nada para que se la lleven detenida» exclama Milagros.
«Nosotros estamos desde el domingo» contó Milagros. «Decidimos entre todos los vecinos que no tenemos casa usurpar el terreno que está abandonado hace más de 20 años». Los dos terrenos, del tamaño de aproximadamente dos manzanas, se encuentra ubicado en Circunvalación, Maradona y Centeno. «Decidimos tomarlos porque siempre roban. Desde el domingo que nosotros estamos, ningún dueño vino a presentarse. Hoy vinieron a desalojarnos, pero no nos mostraron ninguna orden de desalojo». «Nosotros insistimos, insistimos, subimos, cortamos la Circunvalación y los policías nos empezaron a reprimir».
Milagros contó a El Ciudadano que policía abocada al desalojo reprimió y corrió a los manifestantes hasta la calle colectora, a un costado de la Circunvalación. «Vi que mi mamá estaba convulsionando, no reaccionaba y entonces yo insistí en subir a atender a mi mamá». Pero recibió una golpiza por parte de los efectivos que se encontraban en el lugar.
La joven denunció a este diario que un policía dio la orden de que a Silvia, su madre, «la deriven. O sea que no dejó que la controlen para saber si estaba bien. Le dijo que la deriven y ella al escuchar eso se negó» a ser detenida. La joven relató que una integrante de la fuerza de seguridad se acercó y la llevó en un patrullero a la comisaría 32°. Hasta ese momento, nadie había llamado a una ambulancia y la manifestante fue separada de los efectivos que la estaban abordando en plena crisis por militantes de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y por comunicadores populares que se legaron allí para cubrir lo sucedido.
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En la ocupación de esos dos terrenos ya hay más de cien familias, integradas por menores de edad. Milagros estima que se trata de 200 personas aproximadamente organizadas, dentro de los vecinos oriundos del barrio Qom, para la toma de los terrenos.
Silvia Medina es vecina integrante de la organización Pueblos Originarios en Lucha. Ella y su familia quedaron recientemente en la calle tras no poder pagar el alquiler. Según el testimonio de su hija Milagros, la familia es beneficiaria de asistencias sociales con las cuales podían pagar el alquiler de su casa. Al aumentar el costo, la familia ya no pudo volver a pagar y perdieron la casa.
«Desde el domingo estamos amaneciendo acá, con frío. Nos congelamos. Los policías rodearon el predio y no nos dejaron entrar con ningún acolchado ni abrigo, ni un tirante para estirar una lona para poder cubrirnos del rocío. Esto está pasando desde el domingo».
Los camiones oficiales llegaron cerca de las siete de la mañana, rodeando el predio, para comenzar el operativo de desalojo a las 9 de la mañana. «Empezaron a tumbar las casitas, los ranchos, se llevaron todo en los camiones» despojando a los ocupantes de los sus pocos efectos personales, sin opción de retirarlas. Al momento de hablar con El Ciudadano no habían sido contactados por ninguna autoridad o representante de ninguno de los tres Estados, hasta que la Policía comenzó a levantar los establecimientos precarios de las familias y a confiscar sus pertenencias. «Supuestamente el dueño del lugar hizo la denuncia y recién ahí nos desalojaron, pero desde el domingo que estamos nadie vino a presentarse». «Recién hoy aparecieron los policías, pero para reprimir a los compañeros». Si bien hubo manifestantes golpeados por los efectivos policiales, Silvia es la única persona detenida por las fuerzas del orden en el operativo realizado.
La primera autoridad municipal en presentarse en el lugar fue Gustavo Zignago, secretario de Gobierno de Pablo Javkin, el cual acusó de “totalmente irregular” la toma de ambos terrenos y aseveró que “desde la Municipalidad no vamos a convalidar ninguna acción que se valga de las necesidades de la gente». El fiscal a cargo de supervisar el desalojo fue Damián Cimino, quien instruyó al personal de la comisaría 19ª a “secuestrar todo tipo de material suelto que pueda ser usado para la construcción de algún tipo de vivienda”. Tras el barrido de los manifestantes de la vía pública, desde la Municipalidad afirmaron que aceptarán una reunión con dos representantes de las familias desalojadas para establecer una mesa de diálogo y escuchar sus planteos.
