Una violenta pelea conyugal presenciada por una de las hijas de un matrimonio terminó con el sangriento homicidio de un hombre de 36 años y la detención de su esposa, de 37. Cerca de las 3.30 de ayer los gritos de auxilio de Ariel Herrera despertaron a varios vecinos de Matienzo al 1600 que al asomarse a la vereda se encontraron con una confusa escena. El hombre estaba tirado sobre avenida Pellegrini, a metros de su casa, con una profunda puñalada en el pecho mientras su esposa intentaba reanimarlo dándole respiración boca a boca. Lo primero que dijo la mujer fue que su marido fue agredido por un conocido del barrio que golpeó la puerta y lo apuñaló apenas se asomó. Pero cuando ingresaron a la vivienda, una de las hijas de 9 años del matrimonio alcanzó a balbucear: “Mi mamá lo apuñaló a mi papá”. Después de eso, la menor no pudo recuperar el habla por el shock que le provocó el trágico episodio. Mientras que la mujer fue detenida.
Paula y Ariel llevaban muchos años viviendo juntos y tenían dos niños en común, un varón de 3 años y una nena de 9, además de hijos adolescentes productos de matrimonios anteriores. La situación por la que atravesaban era conocida en el barrio ya que según los vecinos, día por medio presenciaban peleas escandalosas que solían terminar a los besos y abrazos. “Él nunca se quiso defender. Ella rompía platos, le pegaba, lo corría por todos lados, al rato andaban a los besos y cariñitos, como si nada”, contó una vecina.
La conflictiva relación estaba ligada al consumo de drogas de ambos miembros de la pareja, situación de la que también dieron cuenta los vecinos y fue asumida en sede policial por la mujer, que tenía golpes y hematomas en distintas partes del cuerpo, y según una entrevista psicológica “no contaba con un relato coherente”.
Fuentes policiales dijeron que cerca de las 3.30 de ayer, un móvil del Comando Radioeléctrico fue el primero en llegar al lugar porque escuchó gritos de vecinos a una cuadra de la parada de Pellegrini y Felipe Moré donde hacen guardia las 24 horas.
Allí se encontraron con el cuerpo sin vida de Herrera, quien presentaba una profunda herida punzo cortante en el pecho y a su esposa arriba de él, tratándolo de reanimar con respiración boca a boca.
“Pensamos que el hombre había sido víctima de un robo”, dijo una fuente de la pesquisa, que explicó que al entrevistar a la mujer acusó a un vecino del barrio que tenía problemas con su marido.
“Dijo que su esposo salió a comprar cocaína y que al volver le contó que se había cruzado con un tal Jerry que lo quiso pelear. Después contó que entablaron una fuerte discusión dentro de la vivienda hasta que el supuesto agresor golpeó la puerta, su marido atendió y fue apuñalado”, explicó un investigador.
Pero mientras la mujer les explicaba eso a los policías llegó al lugar el padre de Herrera y le preguntó a su nuera dónde estaban los niños. La mujer le dijo que dentro del domicilio y cuando el hombre buscó a sus nietos la nena de 9 años balbuceó: “Mi mamá lo apuñaló a mi papá”.
Fuentes del caso dijeron que el abuelo volvió a la vereda y pidió hablar con el policía a cargo del operativo, a quien le confió la información que derivó en la detención de la mujer.
Las mismas fuentes indicaron que antes de llevarla detenida a la seccional 14ª, la mujer ingresó a su domicilio para buscar una cuchilla de cocina que le entregó a uno de los uniformados, arma con la que se presume habría herido de muerte a su esposo, quien trabajaba en una empresa de televisión por cable.
Tanto el cuchillo (que estaba limpio aunque con algunos indicios de sangre) como varias prendas ensangrentadas fueron enviadas a una pericial biológica, mientas que Paula quedó alojada en la Alcaidía de mujeres a disposición de la Justicia.
