Ante una multitud concentrada frente a un escenario en el Obelisco el tenor español Placido Domingo deslumbró al público argentino al cumplir su postergado recital al aire libre, acompañado por los músico y coro del Teatro Colón que, a raíz de un conflicto sindical, se negaron a hacerlo en el primer coliseo argentino.
Domingo no solo se solidarizó con la protesta, sino que antes del concierto al aire libre cantó junto al coro en el Colón para los trabajadores y sus familias y, según se pudo saber, besó las tablas de su legendario escenario.
Antes de dirigir a la orquesta y al coro en la Marcha Triunfal de Aida, quien integró el memorable trío de tenores junto a José Carreras y el fallecido Luciano Pavarotti, abogó porque los «novecientos trabajadores alcancen un acuerdo con el teatro y el gobierno que lo sostiene para que puedan salir adelante en esta temporada» lírica que comienza.
Dijo también que «todos tienen que estar orgullosos» del Colón y resaltó la labor de quienes trabajan en él.
Junto a la soprano santafesina Virginia Tola y el coro y la orquesta sinfónica del Colón, Domingo interpretó fragmentos de operas de Giuseppe Verdi, como Rigoletto y Aida, y clásicos del repertorio tanguero, como «A media luz» y «El dia que me quieras», y «Granada» y «Jurame», del mexicano Agustín Lara.
El secretario de Cultura del gobierno de la Ciudad., Hernán Lombardi, estimó, antes de comenzar el espectáculo que se habían acercado a presenciarlo unas 100 mil personas.
El recital comenzó cuando aún no había finalizado la multitudinaria marcha en conmemoración del golpe de Estado de 1976, convocada por los organismos de derechos humanos, que a su vez culminaba con un recital musical.
La primera parte del espectáculo correspondió al repertorio que el cantante lírico tenía previsto interpretar en el escenario del Colón.
La reconocida internacionalmente soprano argentina se destacó en la primera parte del concierto con la interpretación de «Louisse» de Gustave Carpentier, a lo que siguió Domingo con fragmentos de la opera en cuatro actos El Cid, cuya música pertenece a Jules Massenet (1842-1912).
Antes de comenzar el espectáculo y en el marco de un conflicto gremial, Domingo cantó en el teatro Colón para los trabajadores del máximo coliseo argentino y sus familiares.
Bajo la batuta del director norteamericano Eugene Kohn, Domingo avanza en la interpretación de fragmentos de operas, mientras como él mismo dijo, cumplió «el sueño» de dirigir la orquesta del Colón, interpretando «La Fuerza del Destino» de Giuseppe Verdi.
El tenor se mostró emocionado por la multitud que concurrió a verlo y estimó que la gran cantidad de público en la 9 de Julio «no tiene fin» y recordó que este año se cumple 40 años de su debut en el Colón.
El concierto -organizado por la Fundación Beethoven y auspiciado por el Gobierno porteño- estaba previsto para el día de ayer pero se pospuso para esta noche a raíz de las lluvias que cayeron el miércoles en la Capital Federal.
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