Una nena de un año y medio murió este martes luego de que un alacrán la picara en la localidad de Monte Maíz. La beba fue atendida primero en el hospital municipal, derivada al Hospital Ceballos de Bell Ville y finalmente al de Niños en la capital cordobesa, donde falleció.
La picadura ocurrió en lanoche de este lunes en una vivienda ubicada en calle Neuquén, de la localidad del departamento Unión. Los familiares observaron la descompensación casi instantánea de la pequeña y la llevaron hasta el efector local, donde también al detectar el grave cuadro la derivaron. Falleció alrededor de las 7 de la mañana de este martes a consecuencia de un paro cardiorrespiratorio.
Picaduras, prevención y qué hacer cuando suceden
Los alacranes o escorpiones son invertebrados artrópodos cuya cola posee un aguijón capaz de inocular veneno, produciendo un cuadro clínico potencialmente grave. La especie Tityus trivittatus es la más venenosa de las presentes en la Argentina, con ejemplares adultos que miden de 45 a 70 mm y se distinguen por su color amarillo o marrón claro.
El veneno contiene neurotoxinas que afectan el sistema nervioso simpático y parasimpático, con consecuencias potencialmente letales, especialmente en niños y ancianos o personas debilitadas por problemas de salud.
El veneno es mucho más tóxico en los casos infantiles, siendo raros los casos graves en mayores de 12 años.
No todos los alacranes son iguales, ni venenosos, y es importante reconocerlos.
El alacrán tiene hábitos nocturnos. Es frecuente encontrarlos en el ámbito peridomiciliario entre escombros, maderas, ladrillos, grietas de las paredes, zócalos, huecos del revestimiento, ambientes que permanecen cerrados y sin aireación, debajo de los muebles o entre las ropas y los zapatos.
Como se alimenta especialmente de cucarachas, todas las condiciones que favorecen la presencia de estas últimas serán favorables para su aparición.
Las picaduras por escorpión se reportan en forma esporádica en el centro y en el norte del país, en especial las provincias de Tucumán, Catamarca, Jujuy, La Rioja, Santiago del Estero y Córdoba.
En la Ciudad de Buenos Aires se hallaron con frecuencia en las proximidades de algunas estaciones de ferrocarril y de subterráneo.