Jeremías Ezequiel Jara vivía en villa Banana, cerca de las vías de Valparaíso y Gálvez. Allí pasó la noche del jueves, junto a familiares que lo vieron tomando vino en jarra en la vereda. Por la madrugada, ya de viernes, su madre se levantó y no lo vio más. Las próximas noticias sobre Jeremías vendrían el viernes por la noche, aunque en ese momento nadie sabía que el cuerpo que apareció magullado en el relleno sanitario de Uriburu y avenida de Las Palmeras era él. Sus familiares lo reconocieron al día siguiente en la morgue. Ahora el fiscal de Homicidios Adrián Spelta maneja distintas hipótesis sobre su muerte. Una es que se trató de un accidente y que Jara se metió por su cuenta dentro de un contenedor y así fue víctima de la compresión del camión basurero. La otra, más firme y que involucra a terceros, es que el joven fue asesinado de un golpe en la cabeza, su cadáver descartado y sometido a lesiones post mortem que tornaron difusa la causa de muerte.
El fiscal del Ministerio Público de la Acusación (MPA brindó este lunes una conferencia de prensa sobre el caso y reconstruyó el itinerario de Jeremías Jara, que tenía 25 años y murió entre las 22 del jueves y las 3 del vienes, según los detectives. “El sábado lo identificamos; entrevistamos a los familiares y nos dijeron que fueron los últimos en verlo. Ellos estuvieron hasta las 22 en la casa; antes Jara estuvo toda la tarde con su hermana, hasta las 20. Luego se fue a la casa de su madre, entre las 20.30 y las 22. Estuvo consumiendo alcohol y cerca de las 3.30 ya no estaba”, reconstruyó Spelta.
“De la autopsia surgieron varias lesiones –dijo el fiscal, para luego enumerar tres hipótesis–. Podría ser que las haya sufrido entre las 22 y las 3 estando en la casa o en la vereda consumiendo alcohol. Otra es que se trate de un accidente: estando dentro de uno de los contenedores fue arrojado dentro del camión y este produjo el apresionamiento que le provocó las lesiones, las que son compatibles”.
Spelta también expuso que la víctima tiene una lesión “que se está investigando más acabadamente que podría corresponder a un golpe en la cabeza”, realizado por un tercero. En ese caso se trataría de un homicidio.
En ese sentido el fiscal deslizó: “Estamos viendo las vinculaciones que la víctima podría tener con gente del barrio con la cual podría tener algún tipo de diferencia”. Los archivos policiales e investigadores recordaron que Jara tenía antecedentes menores por hurto, y que su vivienda había sido baleada a mediados de 2018.
Lo cierto es que el cuerpo de Jara llegó volcado desde algún lugar a la planta de compostaje Bella Vista, en el límite oeste, en un camión basurero y sufrió traumatismos en el mecanismo de compactado, pero esas lesiones no necesariamente serían la causa de muerte.
Estadísticamente, la hipótesis de un accidente no tiene demasiada fuerza, dijo el fiscal, ya que “cuando trabajamos este tipo de supuestos se trata de gente indigente que no tiene un domicilio donde pasar la noche. Y en este caso no habría razón por la que la víctima esté durmiendo en un contenedor”.
