El reconocimiento de la identidad de género que lograron en la Justicia en los últimos meses al menos diez personas transexuales a las que se les otorgó un nuevo DNI se inscribe dentro de la lucha que emprendieron organizaciones de defensa de los derechos civiles para la aprobación de una ley que reconozca este derecho. Así lo expresó el abogado de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) Emiliano Litardo, al asegurar que la autorización otorgada el jueves último por la jueza porteña Elena Liberatori al cambio de nombre y documentación de una persona que reclamó tener identidad femenina es “una sentencia fundamental porque afianza la pelea por el derecho humano a la libre expresión de género de las personas trans”.
Asimismo, precisó que esta medida “contribuye a considerar jurisdiccionalmente que basta con la sola voluntad de la persona que quiera rectificar su nombre para adecuarlo al género con el que se autopercibe”.
“Esta sentencia va en esa línea”, enfatizó Litardo al recordar que en diciembre del año pasado se entregó por primera vez un DNI a una persona trans, sin la necesidad de someterse a una cirugía previa de cambio de sexo.
En esa ocasión fue la joven Tania Luna, quien se convirtió en la primera persona de América latina en conseguir un nuevo DNI sin haber sido obligada a someterse a una operación de reasignación sexual.
“En la ciudad de Buenos Aires hay hasta el momento unos diez casos de otorgamiento de nuevo DNI a personas trans”, aseguró el abogado.
Existen actualmente en la Cámara de Diputados de la Nación distintos proyectos para legislar al respecto. Uno de ellos lo presentó el año pasado el Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, integrado por la CHA, la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (Alitt), la Cooperativa Nadia Echazú, el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) y Futuro Transgenérico.
“Está en agenda en la comisión de Legislación General”, señaló Litardo.
Otro es impulsado por la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina (Atta) y la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT), que el año pasado lanzaron una campaña para la rectificación del nombre y sexo para quienes así lo desearan.