“Estamos haciendo una acción superadora”, dijo uno de los arquitectos a cargo de la remodelación del estadio de Central, Diego Decunto.
En una recorrida para los medios de comunicación, el arquitecto que está encabezando el cambio de cara del Gigante de Arroyito, contó los pormenores de la obra que comenzó el pasado 12 de noviembre y adelantó que la obra en su totalidad no va a estar finalizada para el debut del Canalla ante Banfield el próximo 30 de enero.
La gran obra, que incluye la ampliación de la capacidad del estadio en sus cuatro costados, el cambio de vestuario y los bancos de suplentes, avanza semana tras semana para llegar lo más pronto posible a su finalización.
“Esperábamos que sea durante el mes de febrero, ahora más terminando el mes. Si hay alguna cuestión que quede pendiente para marzo, vamos a tratar de que no complique a la comodidad del espectador mientras vaya acudiendo a los compromisos que tiene el club desde aquí en adelante”, explicó.
Además de las tribunas y la eliminación de la fosa, uno de los cambios más rotundos tiene que ver con los vestuarios. El cambio del local y el visitante, incluyó también “intervenir de manera profunda en las instalaciones y los revestimientos, aberturas, iluminación, los núcleos húmedos, el sector de hidromasajes, duchas, sanitarios, el de cambiado y, a parte, el sector de precalentamiento y kinesiología”. Esta obra, según confirmó Decunto, va a estar en condiciones para el primer compromiso que tiene el club dentro de 12 días.
Con esta renovación, llega el cambio de lugar de los bancos de suplentes. Ahora ya no tendrán que cruzar el campo de juego para llegar a los lugares, estarán apenas saliendo del nuevo túnel.
En la obra trabajan más de 100 personas, el número de trabajadores puede aumentar según las tareas y el avance es constante e intenso. “Se trabaja de día y de noche, en los cuatro sectores y en simultaneo”, contó.
Si bien los avances de la obra se notan, aún queda mucho y es por eso que para el cruce con el Taladro algunos sectores no estarán habilitados. En ese sentido, y por la seguridad de los asistentes, se están trabajando en diferentes opciones. Una es imitar lo que hizo River cuando remodeló su estadio, donde los sectores que se estaban interviniendo se fueron tapando con lonas.
“Cuando empezamos la obra y estábamos e los papeles, pensamos que podemos adaptar una solución similar. Eso hay que coordinarlo con muchos actores que están involucrados en la organización del partido”, sentenció el arquitecto.