La Justicia Federal de Rosario determinó que una obra social deberá cubrir el costo de una cirugía bariátrica que debe practicarse una afiliada que sufre de obesidad mórbida severa.
La decisión fue tomada por el juez Héctor Zucchi en favor de Silvia Y., quien demandó a la Obra Social de Viajantes Vendedores de la República Argentina (Osvvra) para que cubra el costo de una cirugía bariátrica gastroplastia tubular vertical por videolaparaoscopia que tiene que realizarse por prescripción médica.
Silvia Y. tiene 48 años y llegó a pesar 125 kilos. Se afilió a la obra social de Viajantes Vendedores en febrero de 2011 y, desde su infancia, sufre de obesidad mórbida. Según relató durante el trámite judicial, “en varias ocasiones” intentó bajar de peso pero nunca tuvo éxito y siempre volvió a ganar los kilos perdidos y hasta en cierto momento aumentó su curva ponderal.
En todos los casos, la mujer fue atendida por reconocidos especialistas rosarinos, quienes “de acuerdo a sus antecedentes, a los estándares internacionales de selección de pacientes para cirugía bariátrica y al estadio avanzado y mórbido de su obesidad, le recomendaron practicarse la cirugía porque cumple con los requisitos exigidos para la misma”.
Una operación de este tipo cuesta 40 mil pesos. Silvia Y. había recibido en primera instancia el visto bueno de la obra social para someterse a la cirugía con un profesional de la ciudad, pero luego le avisaron que se había rechazado su petición y en cambio la obligaban a tratarse con un médico de Buenos Aires.
El juez, en el fallo, recordó que “la ley 26.396 declara de interés nacional la prevención y control de los trastornos alimentarios” y a su vez “establece que quedan incorporadas en el Programa Médico Obligatorio la cobertura del tratamiento integral de los trastornos alimentarios”.
Médicos que fueron citados por el magistrado para que se pronunciaran sobre este caso, consideraron que era contraproducente que Silvia Y. se operara en Buenos Aires. “Se aumenta el riesgo de complicaciones ya que genera al paciente un estrés mucho mayor el hecho de estar en una ciudad distinta, sin la contención familiar y eso produce una disminución de las defensas”, sostuvieron.