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Una odisea muy lejos de casa

Kiara, una nena peruana de 7 años, fue operada en el hospital Vilela de un tumor cerebral que le hizo perder la vista y su padre, que hace casi dos meses la acompaña día y noche, perdió por esa razón el trabajo. La madre pide ayuda.

A miles de kilómetros de su casa una familia peruana está pasando por un momento desesperante en la ciudad. Kiara, de 7 años, hija de Ysella y Marcos, tuvo que ser operada de un tumor en la cabeza en el hospital de Niños Víctor J. Vilela. La nena debió pasar por una dura intervención que duró más de quince horas y quedó ciega como secuela de la enfermedad. La pareja tiene además un bebé de 5 meses, lo que obligó al padre a quedarse día y noche a su lado en el centro de salud haciéndole perder el único y precario trabajo que tenía en una remisería.

“Necesitamos que nos ayuden porque estamos muy solos acá. Comer y movernos se nos hace cada día más difícil y tenemos que estar fuertes por la nena”, contó a este diario la mamá, quien saca fuerzas cada mañana para enfrentar un panorama como mínimo complicado.

Ysella Mozombite tiene 30 años y proviene de una familia de campesinos de la zona de Moyobamba, en el norte de Perú. Vino a Rosario hace poco tiempo junto a su marido, de 27 años, y sus hijos a Rosario porque tienen un cuñado que vive hace cuatro años en la ciudad.

“Los nuestros trabajan en el campo, con el café. La cuestión es que la cosecha dura unos cuatro meses al año y después no hay más trabajo. Como mi cuñado está acá hace unos cuatro años vinimos a probar suerte para buscar una vida un poco mejor”, destacó.

La fatalidad

Los problemas de Kiara comenzaron a evidenciarse con frecuentes dolores de cabeza y vómitos.

“No sabíamos qué le estaba pasando y con el tiempo y controles médicos le terminaron detectando un tumor en la cabeza. Primero entró con algunos otros problemas al hospital, especialmente en el estómago, la internaron el 19 de noviembre y la terminaron operando el 8 de diciembre. Estamos hablando de algo complicado, los médicos nos habían avisado que podía tener secuelas y así fue: quedó con una ceguera irreversible”, remarcó.

“Lo peor es que todavía tienen que operarla una vez más porque le quedó una parte del tumor, la peor, que no tocaron esta vez para no dejar más secuelas”, continuó la madre.

“El tema es que mi marido trabajaba en una remisería, haciendo algunas pocas cosas, y lo terminaron echando porque se pasa las 24 horas al lado de la nena en el hospital y no puede ir a trabajar. Él tiene que hacer eso porque tenemos un bebé de cinco meses y yo tengo que quedarme para cuidarlo. La verdad es que estamos desesperados”, añadió.

Complicados

El acuerdo con el cuñado fue compartir los gastos de la vivienda pero luego que se desatara el infortunio fue muy difícil cumplir con la parte del trato que a ellos les tocaba.

“Desde un principio compartimos todo lo relacionado a los gastos del departamento pero ahora se nos está haciendo muy complicado. Nadie nos ha ayudado todavía, nosotros no tenemos DNI y lo que nos han pedido es que al menos se lo saquemos a la nena”, indicó.

Sobre la actual situación de su hija, Ysella contó que continúa internada.

“Ella está despierta pero sigue con dolores de cabeza y con vómitos. Los médicos nos dijeron que es por la última operación. La cirugía duró quince horas y estuvo un tiempo en estado de coma. Ahora le están bajando de a poquito los sedantes para ver cómo va reaccionando su cuerpo”, añadió la madre haciendo fuerza para no quebrarse y comenzar a llorar.

“La verdad es que se nos hace muy difícil el día a día. Para colmo ahora aumentó el colectivo y yo me la paso yendo y viniendo al hospital. Mientras tanto nosotros nos vamos arreglando y comemos arroz con huevo o lo que podamos, compartimos el plato”, reveló la mujer.

“Necesitamos ayuda hasta que podamos volver a trabajar. Nosotros acá, sacando a mi cuñado no conocemos a nadie”, concluyó.

Región llena de historia

Ysella y su familia provienen de la provincia peruana de Moyabamba, una de las diez que conforman el departamento de San Martín, situada al norte del país. Su capital tiene el mismo nombre y está situada a una altitud de 860 metros sobre el nivel del mar. Es la primera ciudad fundada por españoles en la selva peruana. Su población urbana y de alrededores es de 124.324 habitantes. Fue la metrópolis de diferentes conquistas, desde donde partían misioneros, soldados y comerciantes, fundando ciudades en la Amazonia peruana, llevando la civilización hispana y construyendo a la usanza europea.

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