«Le rompieron la panza de un escopetazo». Sin eufemismos y entre lágrimas, una hermana de Javier Iván Ojeda contó a los reporteros la cruenta muerte del joven de 20, padre de un nene de 1 año, ocurrida durante una escaramuza barrial pocos minutos antes de la medianoche del martes en Gaboto al 4100. Un nuevo crimen a sangre fría que enluta a una familia humilde del oeste rosarino y que también tuvo consecuencias para la familia del agresor: con lo puesto, decidieron mudarse para evitar represalias. Voceros de la investigación indicaron que el homicida estaba identificado y se encontraba prófugo.
Por la mañana, en la cuadra de Gaboto al 4100 en el límite oeste de barrio Bella Vista, todo era llantos, bronca y sed de justicia. Allegados a Javier Ojeda se reunieron en torno de la casa de Horacio C., el prófugo, para exigir respuestas. Varios patrulleros custodiaban la familia del agresor, que había decidido abandonar la casa.
De los testimonios allí recolectados se supo a grandes rasgos cómo ocurrió la agresión. “Cerca de las 12 me avisaron que a Javier le habían dado un escopetazo; la persona que le disparó desapareció. Estaba alcoholizado, drogado, primero le tiró una botella a uno de mis hermanos y se subió al techo de su casa y le disparó a Javier”, aportó una hermana de la víctima.
Al mismo tiempo, en las redes sociales el rostro del agresor se viralizaba en las cuentas de allegados a Javier. “Hijo de puta, te juro x mi vida que vas a pagar lo q le hiciste a mi hermano. Horacio C., drogón de mierda te vamos a dar donde más te duele”, dice el posteo de una hermana de Javier.
Discusión y escopetazo
Por la noche, pasadas las 23.30 los primeros en llegar al lugar fueron los uniformados del Comando Radioeléctrico, mientras Javi, como llamaban a la víctima, era trasladado en una moto Honda CRV, muy malherido, luego de recibir un escopetazo en el estómago.
En el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), los médicos nada pudieron hacer para revertir el cuadro y el joven falleció por múltiples perdigones en tórax y estómago.
Según Elisa, una hermana de Horacio C., previo a la agresión hubo una discusión entre Horacio y Javier que su hermano dirimió con un disparo de escopeta. Un hermano menor de Javier presenció el ataque, dijeron investigadores.
El personal policial entró a la vivienda y secuestró un celular del prófugo, cinco cartuchos calibre 16 y cuatro calibre 22, dijeron voceros del caso.
Horas después del ataque, un hombre de 35 años, identificado sólo por sus iniciales ML, llegó hasta la comisaría 32ª y manifestó que había sacado de la escena del crimen al agresor con su moto y que el arma utilizada estaba el el techo de la vivienda, donde fue hallada.
La fiscal de Homicidios Dolosos en turno, Gisela Paolicelli, ordenó la detención por encubrimiento, al igual que para CA, otro hombre involucrado en la investigación.
“No discutió con nadie, venía de jugar a la pelota. Javier era un pibe de 20 con un hijo de 1 año, un pibe sano sin maldad. NO ERA NINGÚN DROGADO NI CHORO, era un pibe q se desvivía x su hijo y hacía changas para q no le falte nada”, posteó Belén, una hermana de Javier. Y agregó: “Me MATARON A MI HERMANO, PIDO JUSTICIA”.
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