El presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama, y su mujer, Michelle, fueron recibidos ayer por la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham, en Londres, con toda la pompa imaginable, al inicio de la segunda visita de Estado al Reino Unido de un mandatario norteamericano en toda la historia.
En una capa adicional de glamour al mayestático brillo y protocolo de la visita en sí misma, los Obama se reunieron y dialogaron durante 20 minutos con el príncipe William y su mujer, Catherine, convertidos ahora en duque y duquesa de Cambridge tras su reciente matrimonio.
Más tarde, la reina y su marido, el príncipe Felipe, saludaron a los Obama en una mañana soleada y ventosa, y luego de un recorrido privado por el palacio las dos parejas aparecieron en las escalinatas de Buckingham para escuchar un saludo de 41 disparos.
Guardias del palacio con chaquetas coloradas y altos sombreros tocaron el himno nacional de Estados Unidos en honor al presidente, cuya escala en el Reino Unido se inscribe en una gira de seis días por Europa.
Los Obama pasarán dos noches en el palacio como huéspedes de la reina, y se hospedarán en una suite de seis habitaciones usada por los recién casados duque y duquesa de Cambridge en su noche de boda del 29 de abril.
Precisamente en esa suite construida en 1844 fue donde Obama y su mujer dialogaron con la joven pareja, cuyo matrimonio realzó la alicaída popularidad de la monarquía, según sondeos.
La visita comenzó oficialmente con la recepción formal por parte del príncipe Carlos de Gales y su mujer Camila en la residencia del embajador estadounidense en Londres.
Obama y su mujer pasaron imprevistamente la noche en el lugar tras acortar su visita de ayer a Irlanda, que marcó el inicio de una gira europea, debido a posibles problemas para el tráfico aéreo por una nube de ceniza volcánica procedente de Islandia.
Luego del saludo en la embajada, los Obama fueron recibidos en Buckingham, donde el presidente norteamericano pasó revista a una guardia de honor en los jardines del palacio junto al príncipe Felipe y luego fue agasajado con un almuerzo íntimo presidido por la reina Isabel II.
Luego del almuerzo, la reina y el príncipe Felipe guiaron a Obama durante una recorrida a la pinacoteca real.
Más temprano, Obama y el primer ministro británico, David Cameron, subrayaron el “vínculo esencial” entre sus dos países en un artículo de opinión conjunto publicado en el diario The Times.
Los dos líderes defendieron además su apoyo a las protestas en el mundo árabe.
“Somos renuentes al uso de la fuerza, pero cuando nuestros intereses y valores se combinan, sabemos que tenemos la responsabilidad de actuar”, escribieron.
“Estaremos junto a aquellos que quieran llevar luz a la oscuridad, apoyaremos a quienes busquen libertad en lugares de represión, ayudaremos a quienes colocan las bases de la democracia”, agregaron los gobernantes en el artículo.
La escala de Obama en el Reino Unido, donde estará dos días, forma parte de una gira de seis días por Europa que lo llevará también a la cumbre del G-8 en Francia, y a Polonia.
La parte más política de la visita llegará hoy, cuando el presidente tiene previsto reunirse con Cameron y luego aparecer juntos ante los periodistas para una conferencia de prensa.
Se espera que el conflicto de Medio Oriente y la guerra en Libia sean los principales puntos a tratar entre Obama y Cameron.
La visita de Estado es la número 101 en ser presidida por la reina Isabel II pero apenas la segunda de un presidente de Estados Unidos, según el Palacio de Buckingham.
El único mandatario estadounidense que había realizado una visita tal al Reino Unido fue el antecesor de Obama, el republicano George Walker Bush, en 2003.
En otro infrecuente honor, y luego de una cena en el palacio, Obama dará hoy un discurso ante ambas cámaras del Parlamento británico sobre política exterior.
El presidente estadounidense y su mujer visitaron ayer la abadía de Westminster y depositaron una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido. Obama fue luego a la residencia oficial de Cameron para saludar al premier y su mujer, Samantha, en un breve anticipo de la reunión formal de ayer.
Obama visitó ayer la localidad irlandesa donde vivió y fue zapatero un ancestro por parte materna y luego exaltó los lazos entre Estados Unidos e Irlanda durante un discurso en Dublín ante 30.000 personas.