El intendente Miguel Lifschitz admitió ayer que podría haber una nueva suba en la Tasa General de Inmuebles (TGI) si el municipio no recibe ayuda desde la provincia o la Nación, dejando al desnudo el déficit que atraviesan los números del Palacio de los Leones. El mandatario socialista explicó que los aumentos salariales concedidos durante el año y los incrementos en los servicios concedidos “no se reflejan en los ingresos de la Municipalidad”, lo que ha provocado una inclinación hacia el negativo en la balanza de Hacienda. Sus palabras generaron un indisimulado malestar en la oposición desde donde lo acusaron de “no haber leído los resultados de la última elección”, de ser un “barril sin fondo” y le solicitaron que “achique gastos superfluos para que a la crisis no la terminen pagando los contribuyentes”.
“Estamos esperando ver si hay alguna novedad desde el presupuesto provincial y también el resultado de las conversaciones que se están dando sobre algún tipo de modificación de carácter tributario que obviamente va a terminar impactando en los municipios. Yo estimo que entre esta semana y la próxima, a más tardar, vamos a tener el tema absolutamente cerrado”, dijo el mandatario municipal en declaraciones a la prensa.
En ese sentido, y sobre la tasa, el intendente señaló que “en una semana se va a conocer el futuro del valor de la TGI”. “Nada es inevitable. Todo tiene que ver con el equilibrio entre ingresos y gastos. Equilibraraumentando ingresos o achicando el gasto es el delicado equilibrio que se debehacer”, continuó.
Más adelante, el jefe de la comuna remarcó que “si bien aún no está previsto un aumento en la tasa, se ha reconocido un 15 por ciento de aumento salarial a todos lo empleados municipales y todos los servicios concedidos han subido y esto no se ha reflejado en los ingresos del municipio”.
“Estamos a la espera, y tenemos expectativas, sobre lo que se decida en la Legislatura en lo referente a la viabilidad que tendrá la provincia para financiar a los municipios. Si se aprueba el tema de la reforma fiscal, esto traería realmente un alivio”, añadió.
La posibilidad de una nueva suba en la TGI puso los pelos de punta al arco opositor. Desde el justicialismo, el concejal Arturo Gandolla analizó: “Realmente creo que no da para un nuevo aumento en las tasas. Lo que me parece es que se podrían achicar algunas áreas de gasto para no hacer cargo del déficit a los contribuyentes. Me parece que haciendo un achique en lo que se destina a publicidad por ejemplo, que es gigantesco, se lograría nivelar un poco las cuentas”.
Por su parte, el radical Jorge Boasso acusó al socialismo de “no haber leído el resultado de las urnas tras el 27 de septiembre”, donde se votó la renovación de concejales en el Palacio Vasallo. “No sé si está borracho porque tomó mucho alcohol en China”, señaló de manera directa y evitando los eufemismos, haciendo alusión al viaje relámpago que el titular del Palacio de los Leones realizó la semana pasada al continente asiático.
“No se le cae la cara porque la tiene pegada al cuerpo. Acá lo que están haciendo es mentir para atacar nuevamente el bolsillo del contribuyente”, agregó.
Finalizando, el edil del Partido del Progreso Social Alfredo Curi, habló de la necesidad de conocer “de manera más clara” la situación de los fondos del municipio.
“En principio me gustaría conocer la realidad de las cuentas de la Municipalidad; esto es, las deudas con los proveedores ydemás ítems. Para eso me parecería adecuado que pudiéramos tener un encuentro de carácter institucional con el secretario de Hacienda y sus colaboradores para poder despejar las dudas que tenemos. Acá lo que pasa es que siempre le echan la culpa a alguien. Ellos están recibiendo dinero del fondo sojero, del fondo del conurbano, también recursos para la salud, y siempre tienen problemas con la caja. Son realmente un barril sin fondo”, concluyó.
Se presentó el programa “Rosario más limpia”
La Municipalidad presentó ayer el programa “Rosario Más Limpia”, una iniciativa que conjuga la gestión del Estado y el compromiso y participación ciudadana en torno a la relevancia estratégica que significa la higiene urbana, tanto en lo referido a la calidad de vida y a la sustentabilidad de los procesos formales de recolección y procesamiento de residuos, como al aspecto social vinculado a la recolección informal. La ceremonia estuvo presidida por el intendenteMiguel Lifschitz.
“La higiene urbana no es un tema más de la ciudad, tiene que ver con la calidad de vida, con el respeto y la consideración hacia los vecinos, que tienen el derecho de vivir en un planeta más saludable, con más respeto a la naturaleza, en ciudades más amigables”, destacó Lifschitz.
La campaña integra los tres ejes de acción que hacen a la higiene urbana. El formal, que refiere a los procesos de limpieza, recolección y disposición, y su correspondiente normativa y control; el cultural, vinculado a la educación, conciencia y participación de los ciudadanos en la gestión de residuos, y por último el informal, que orienta las acciones a la inclusión social y ordenamiento de la actividad del sector informal de recolección.
El programa tiene una primera fase de lanzamiento y avance (diciembre de 2009) ,y se completa con una fase de profundización (enero 2010-abril 2011), y otra de consolidación (mayo-diciembre de 2011).
Entre los objetivos estratégicos se cuentan establecer pautas claras de comportamiento por parte de la ciudadanía en la gestión de residuos, desarrollar políticas activas para la minimización y reciclado de residuos y erradicar sitios de arrojo clandestino, entre otras cosas.
El Sindicato de Recolectores de Rosario acompañó la iniciativa del municipio.“Nosotros podemos aportar mucho. De hecho con los trabajadores ya estamos informando al vecino de todo este nuevo proyecto”, explicó su secretario general, Marcelo Andrada.