El Establecimiento Metalúrgico Vassalli nació en Firmat, en el suroeste santafesino, en 1949 de la mano de Roque Vassalli, quien trasladó a la ciudad el taller que tenía Cañada del Ucle para luego levantar una planta modelo de cosechadoras que llegó a producir más de 20 modelos y fue insignia de la industria nacional ligada al agro. Pero en los últimos años las cosas no fueron bien: la firma, en poder de algunos de sus concesionarios, derrapó acumulando deudas, conflictos salariales y reducción de planta laboral. Un nuevo cambio de manos producido con la vuelta de la nieta del fundador y un fondo fiduciario de inversores nacionales, junto al protagonismo del sindicato metalúrgico UOM, consiguieron ponerla de pie nuevamente. Este año, en plena pandemia y al cabo de «cuatro años de lucha de los trabajadores», resalta el sindicato, salieron de la nave fabril 60 cosechadoras de la mano de sus actuales 350 trabajadores.
“Se ha puesto a la fábrica de pie gracias a sus trabajadores después de cuatro años de dura batalla”, señaló Pablo Cerra, abogado de la UOM. Fue durante el cuidado festejo de fin de año junto a el secretario general de UOM Firmat, Diego Romero, los empleados y los nuevos dueños de la compañía, Matías Carballo, Guillermo Ferraro y Esteban Esquemazi.
“Hoy es un sueño estar haciendo esta despedida de año”, se alegró Cerra sobre la producción conseguida este año atravesado por la crisis sanitaria de la pandemia y las «grandes perspectivas de progreso” para 2021.
“Todo fue gracias a los trabajadores y esta apuesta a la industria nacional es lo que se promueve desde la UOM para apostar al progreso de nuestro país”, redondeó el abogado de la UOM Rosario.
El escenario actual deja atrás un largo período de incertidumbre, cambios de responsables de la empresa, medidas de fuerza que incluyeron la toma de la fábrica.
Vassalli había iniciado el proceso de concurso de acreedores en octubre de 2018. Ya arrastraba problemas de todo tipo que llegaron a acumular deudas verificadas por 547 millones de pesos, que reconocen como principales acreedores al Banco Nación (330 millones) y la Afip (40 millones). La fábrica había quedado en manos de un grupo de concesionarios de las máquinas producidas que encabezaron una ruinosa gestión que, además de afectar a proveedores y al fisco lo hizo con sus trabajadores. El conflicto escaló a principios de 2018, cuando la falta de pagos salariales desembocó en medidas de fuerza y la toma de la planta durante varios días.
En septiembre de 2018, terció Mariana Vassalli, nieta de «Don Roque», que tras un fallido intento para atraer capitales rusos cerró el ingreso de un grupo de inversores bajo el formato de un fondo fiduciario. La UOM siguió activamente el proceso, que terminó con un acuerdo de pago de deudas homologado por la justicia y un acuerdo para reactivar las instalaciones de Firmat, lo que ocurrió en enero último.