La renuncia de Sebastián Chale a la Secretaría de la Producción municipal, en medio del tironeo entre el Ejecutivo y los concejales radicales Jorge Boasso y María Eugenia Schmuck, puso en alerta a los integrantes del Frente Progresista y agitó el debate sobre posibles repercusiones en el armado integral de la alianza santafesina.
“Este debate se va a trasladar a nivel provincial, donde hay disconformidad de algunos dirigentes o legisladores. (Sebastián) Chale pertenece a un grupo grande, al grupo Escarapela, que participó de las elecciones del año pasado dentro del mismo frente y que supo conseguir 120 mil votos” (en Rosario), dijo ayer el concejal Jorge Boasso, aunque distinguió entre la gestión provincial de Antonio Bonfatti, donde el radicalismo encabeza tres ministerios y, según Boasso, “por lo menos los llaman para sentarse a la mesa”, y la gestión de la intendenta Mónica Fein, a quien responsabilizó “del fracaso del Frente en Rosario”.
Paños fríos
Lejos de esta interpretación, el senador por Rosario Miguel Lifschitz y el vicegobernador Jorge Henn salieron a descartar que la grieta en el Frente Progresista local vaya a tener repercusiones en la alianza que el PS y la UCR mantienen en la provincia.
“Yo no veo que la cuestión de Rosario pueda impactar en el Senado o en la gestión provincial”, le dijo a El Ciudadano Henn, y pidió “centrar la energía en las necesidades que tiene la gente”.
“Hay que descartar cualquier idea de que esto pueda representar una ruptura del frente. Es un incidente muy puntual que no afecta su funcionamiento”, le dijo a LT8 el senador Miguel Lifschitz, y aprovechó para centrar el conflicto en la figura de Boasso: “Se trata de un sector minoritario de la Unión Cívica Radical (UCR), que tomó la decisión de ser un opositor frontal al gobierno municipal y provincial. Trata de ponerle bombas y minas en forma permanente al camino de construcción del Frente Progresista. Este sector tiene a una figura conocida, pero que tiene poco que ver con el Frente Progresista, y se ha puesto de manifiesto en esta situación”.
Los miembros del grupo Escarapela, referenciado por Boasso como un sector “donde hay disconformidad”, cuya cabeza es el propio Mario Barletta, tienen mayoría en ambas Cámaras de la Legislatura y encaramó a dos ministros de la gestión del gobernador Antonio Bonfatti: Carlos Fascendini (Producción) y Julio Schneider (Obras Públicas). Un tercero, Julio Genesini (Trabajo), está identificado con el MAR, alejados de la influencia del ex intendente santafesino. El renunciante Chale era el único funcionario del gobierno municipal referenciado en ese sector.
Comentarios