Una mujer de 33 años que se había contagiado coronavirus murió días después de dar a luz en un sanatorio privado de Rosario. Es el tercer caso en un mes que ocurre en la ciudad donde hace 15 días una joven falleció luego de tener a su bebé, y a principios de mayo se produjo el deceso de una mujer de 27 años que cursaba un embarazo de seis semanas.
La muerte de la joven fue el pasado miércoles, la mujer tenía 38 semanas de gestación y una cesárea planificada para el 26 de mayo, mientras que el 18 presentó síntomas de coronavirus y el contagio se produjo de manera familiar.
Ante ese escenario, durante los primeros días se la trató a la joven como a todo paciente con Covid-19, con paracetamol y controles diarios, ya que tenía fiebre, pero no presentaba problemas respiratorios, mientras que la saturación era normal al igual que la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
El 24 de mayo la mujer comenzó con dolores abdominales, náuseas y algunas contracciones por lo que fue derivada al centro médico donde se hizo el seguimiento de su embarazo y los profesionales decidieron adelantar el parto.
En tanto, se indicó que el posoperatorio fue normal. La joven estuvo con su bebé, que nació sin complicaciones, hasta que a las 72 horas de parir comenzó con síntomas de una neumonía bilateral y la evolución fue mala y rápida.
Además, los parámetros inflamatorios de todo su organismo se «dispararon» sin freno, se sumó una falla renal y, más allá de que se tomaron todas las medidas de asistencia, la mujer murió.
En mayo, médicos obstetras pidieron que las mujeres que llevan adelante un embarazo no «entren en pánico», pero sí que se cuiden todo lo posible para achicar al máximo la posibilidad de contagio ya que la curva de casos trepa en personas jóvenes en esta segunda ola de coronavirus.