Natalia Gaitán participó de la reunión que mantuvieron este jueves al mediodía un grupo de taxistas con el intendente Pablo Javkin y funcionarios municipales tras la concentración espontánea en la puerta del palacio municipal para continuar con el reclamo contra las aplicaciones de servicios que había comenzado por la mañana en Molino Rojo. Según la taxista, la discusión se tornó agresiva y hubo maltratos físicos y verbales.
“No es la primera vez que tenemos una reunión tan violenta pero nunca se había ido a las manos. Hubo agresiones continuas, físicas y verbales. Mis compañeros siempre estuvieron quietos. Cuando bajábamos las escaleras el intendente atinó a querer golpearlos”, dijo a Radio 2.
Gaitán contó que durante la discusión hubo empujones y manotazos: “Le pegaba en el pecho con el puño cerrado a dos compañeros y me metí en el medio para evitarlo. Saqué a uno de mis compañeros y el intendente me agarró del brazo, me manoteó y me declaró persona no grata. Me dijo: «Andate a la concha de tu madre». Fue lo que más me dolió porque hace 20 días que falleció mi mamá”.
La taxista contó que las agresiones continuaron: “Me dijo que me va a meter presa. Me trató de estafadora y corrupta, que era una infiltrada de la Policía. No es cierto. Soy ama de casa y manejo un taxi 12 horas por día”.
“Nadie tiene nada en contra del intendente. Es una persona violenta que no se merece salir con las banderas contra la violencia de género. Es terrible lo que pasó en esa reunión. Es una persona inhumana”, señaló Gaitán y mencionó la falta de intervención de agentes de seguridad: “Me ninguneó, le pegó a mis compañeros y la Policía no intervino. Estaban en el pasillo con un secretario y también había un policía de civil dentro”.
Gaitán dijo que habló con personas vinculadas a atención en violencia de género pero que por el momento no va a denunciar el hecho. “No es la primera vez que me falta el respeto. Me banco que me empuje, que me escupiera cuando hablaba, pero no que le falte respeto a mi madre”, contó y agregó: “Fue muy agresivo y brutal. No quiero saber qué le puede pasar a una mujer a puertas cerradas”.
