Rocío Décima tenía 21 años y era la única operaria de una fábrica de juntas para motovehículos ubicada en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, en el partido de La Matanza. En la mañana de este lunes, mientras trabajaba, el engranaje de una máquina le enredó el cabello, la traccionó y terminó produciéndole un fuerte golpe en la cabeza que terminó con su vida.
Rubén Alegre, el dueño de la empresa con domicilio en calle Agustín Molina al 9100, encontró a la chica tendida en el piso de la fábrica. El enganche le había provocado el desprendimiento de parte del cuero cabelludo. Fue él quien explicó el siniestro con la máquina, una troqueladora, que aparece como hipótesis inicial de la muerte. El hombre llamó de inmediato al 911, pero el personal policial que acudió al lugar encontró a la joven ya sin vida.
El relato del dueño de la firma remitió a un descuido de la víctima su fallecimiento, pero circularon denuncias en redes sociales sobre falta de habilitación de la fábrica, ausencia de controles y deficientes medidas de seguridad.
La causa fue caratulada como averiguación de causales de muerte, y el fiscal Gastón Duplaá, titular de la UFIyJ, adelantó que realizará una investigación para tratar de entender mejor los hechos.
El fiscal Gastón Duplaá quedó a cargo de la causa, que en un primer momento fue caratulada como «averiguación de causales de muerte». El funcionario adelantó que analizará si la empresa tiene todos los papeles en regla y el tipo de contrato con la empleada fallecida. Ya ordenó el secuestro de la máquina que intervino en el siniestro para un peritaje sobre su fuincionamiento y las medidas de seguridad.
En un primer momento, no hay detenciones ni imputaciones.