Por Miguel Passarini
Los extremos de la violencia cotidiana han marcado a fuego la obra del dramaturgo y director argentino Rodrigo García (Buenos Aires, 1964), actual director del Centro Dramático Nacional de Francia, quien en los años 80 emigró a España y edificó allí una carrera que lo posicionó entre los grandes nombres de la escena europea.
Apelando en cierta forma al homenaje, el prolífico creador argentino Emilio García Wehbi, también su contemporáneo, se dispuso hace un tiempo a montar una trilogía de la obra de Rodrigo García que comenzó con Prefiero que me quite el sueño Goya a que lo haga cualquier hijo de puta, siguió con Agamenón. Volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo, presente en la última edición del Festival de Rafaela (FTR2013), y culminó con la versión de Rey Lear que escribió García y que Wehbi estrenó en Buenos Aires en el marco de la última edición del Fiba (2013).
Tragedia patética del mundo contemporáneo marcada por la sociedad de consumo y el resquebrajamiento de los vínculos filiales, la versión de García Wehbi de Agamenón. Volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo, que esta noche se presenta en Rosario por primera vez (a las 22 en el Teatro Auditorio de la Plataforma Lavardén de Sarmiento y Mendoza), apela a un procedimiento que hace foco en un modo particular de mirar al mundo dejando de lado el teatro de representación y descentrando el concepto de personaje.
“La provocación es inherente a estos trabajos; apelo a las subjetividades: no me interesa hacer un teatro de masas que guste a todos”, expresó Wehbi en uno de los encuentros que tuvo con críticos y periodistas en el FTR2013. “La anécdota es banal y lo que importa es el procedimiento formal que, como artistas, asumimos frente a estos temas”, completó el director, quien deja en claro su postura a la hora de transgredir lo que dicta el sistema, montando en escena los desencuentros de un padre con su hijo, la violencia a la que éste es sometido, y cómo el mundo capitalista puede verse como un gran pelotero montado con desechos, para lo cual, literalmente, atiborra el espacio escénico de una enorme montaña de basura.
Grandes actuaciones, en particular de Pablo Seijo, y una catarata de discursos que se superponen con una gran pantalla en la que, editados, se ven escenas violentas de dibujos animados clásicos, completan este montaje polémico, provocador y para nada ortodoxo, que se vale de una poética ligada condesencanto para romper con cuestiones vinculadas con un teatro más burgués que, según Wehbi, nada tiene que ver con el arte contemporáneo.
Acerca de Wehbi
Emilio García Wehbi es un artista interdisciplinario que trabaja especialmente en el cruce de lenguajes escénicos. Desde 1989, año en que funda El Periférico de Objetos (grupo paradigmático del teatro experimental e independiente argentino), hasta la actualidad se ha destacado en sus actividades como director teatral, régisseur, performer, actor, artista visual y docente. Sus espectáculos teatrales, óperas, instalaciones e intervenciones urbanas fueron presentados en los principales escenarios, festivales y ciudades de Latinoamérica y Europa.
Sábado de taller
Wehbi ofrecerá mañana a las 10, en la Lavardén, un Seminario de Aproximación a una Dramaturgia de la Escena, destinado a artistas de diferentes disciplinas (dramaturgos, directores, intérpretes), cuyo fin es reflexionar acerca de la problemática del proceso de montaje teatral.