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Una tragicomedia a puertas cerradas

La dramaturga y directora local Maru Lorenzo habla de “Cuna de lobos”, una propuesta teatral en la que indaga acerca de una serie de situaciones que ocurren dentro de un country en el corazón de Funes.

En la Cuna de la Bandera se incuba una “cuna de lobos” donde lo que se refleja en la superficie dista bastante de lo que aparece detrás de decorados, oropeles y ropa costosa. Cuna de lobos, obra escrita y dirigida por Maru Lorenzo que verá la luz esta noche en Rosario, se mete de lleno en un mundo de marcadas contradicciones: un country de Funes, llamado El Descanso, que como un feudo se separa del ejido urbano, en cierta forma, para ocultar muchas de las cosas que ocurren en su interior.

“Cuna de lobos, si bien transita cuestiones reales, es una ficción que transcurre en Rosario, en la actualidad. En realidad, la fecha justa es febrero de 2016, y la acción acontece en El Descanso, un country de Funes que en la actualidad lleva adelante una comisión directiva compuesta por los hijos de los fundadores que lo crearon en los años 70, en tiempos de la última dictadura cívico-militar”, expresó la directora Maru Lorenzo en relación con aquello que tiñe a los habitantes de este barrio cerrado que llevan sobre sus espadas una herencia económica pero también otra de corte ideológico.

“El Descanso dejará de ser el paraíso en la tierra para transformarse en el mismísimo infierno. Ese verano, una presencia inesperada romperá la falsa calma”, adelanta el parte de prensa acerca de este montaje, con gran despliegue escenográfico y de vestuario, en el que actúan Lucho Alva, Charo Colonna, Julieta Lancellotti, Débora Chomnalez, Angelina Regis, Carolina Casella y Juan Tardío, a partir de una idea original de Maru Lorenzo y Carla Saccani, con escenografía de Cuarta Pared (Cecilia Patalano y Celina Rovetto) y asistencia de dirección de Marco Cettour, entre otros integrantes de un gran equipo.

 

Lo que vuelve

“La obra pone en cuestión discursos y prejuicios naturalizados que hoy volvemos a escuchar en todos lados, que se reproducen con mucha naturalidad. Para abordar esas situaciones, con los actores con los que trabajábamos en el taller Saccani-Lorenzo, hicimos una investigación que iba por fuera del trabajo en el espacio escénico; todo salió desde la improvisación, que fue disparador para armar este universo, pero todo ese afuera real fue de gran inspiración para dar forma a este mundo que apela a los entramados de poder que se dan dentro del mismo country, las relaciones endogámicas que allí se despliegan entre los habitantes, particularmente la lealtad y el código común entre una generación y la que le sigue, que es algo que no están dispuestos a quebrantar”, ahondó Lorenzo.

Y se explayó: “El proceso creativo de Cuna de lobos se desarrolló entre el 2016 y 2017, años en los que el contexto social en la Argentina sufrió grandes modificaciones. La obra toca varios temas que están en relación con nuestra coyuntura política y social actual. Una de las problemáticas centrales es el giro que se ha dado en lo discursivo en los últimos años: el retroceso en relación con las políticas públicas en derechos humanos, la prisión domiciliaria o la libertad condicional a genocidas, el freno de los juicios políticos, y entre otras cosas, los enunciados de algunos de los representantes del gobierno negando la cantidad de desaparecidos en la dictadura”.

 

La extraña

La tensa calma del country se rompe con la llegada de Dalma, una chica de barrio que ascendió en la escala social. Ella no sólo consiguió tener una empresa con oficina en Puerto Norte sino que también logró enamorar al hijo de una de las familias más prestigiosas del country, y allí mismo compró una casa frente a la laguna. “Esta es una obra en la que se conjugan las aspiraciones de éxito, estatus, dinero y poder, y donde los personajes sacan a relucir su costado más violento, sus miserias y sus oscuridades. Y en medio de todo eso aparece Dalma, un personaje que viene a alborotar las lógicas del country que es alguien que viene de afuera, del mundo más real; ella se pone de novia con uno de los hijos de las familias más poderosas del lugar. Y eso genera un choque importante porque ahí adentro, el poder también se teje al calor de lo que ellos consideran que es una «gran familia» que no hay que romper o contradecir. De hecho, mucho de lo que aparece como detonante en la obra son las cuestiones ocultas que salen a la luz, los secretos guardados celosamente, porque hay una seguidilla de secretos que se van develando y que dan a entender lo careta que suele ser este sector de la sociedad”, analizó la directora y dramaturga acerca de esta apuesta teatral que pone en tensión cuestiones vinculadas a hechos o circunstancias que se tejen al calor de Rosario y el Gran Rosario.

 

Para público amplio

“Cuna de lobos es un espectáculo pensado para un público amplio, popular, y es una propuesta que está fuertemente marcada por la coyuntura política y social actual. Es una obra bien rosarina, juega con los imaginarios colectivos sobre nuestra ciudad, hace referencia constante a personajes famosos y lugares locales”, dijo Lorenzo. Y completó: “Es una tragicomedia que busca mostrar y poner en tensión las construcciones discursivas en las que estamos inmersos. Desde lo cómico, intentar digerir el entretejido de problemáticas actuales que son, en realidad, bastante más dramáticas de lo que se cree. En el 2016, durante el proceso de escritura, se filtraron cosas que pasaban en ese momento. Y es una tragicomedia porque partimos de la base que el humor que se refleja es negro, ácido. No es una comedia tradicional; nosotros decimos que la obra se plantea como un intento por poder digerir un entramado de problemática actuales. De hecho, en el final del proceso de escritura, desaparece Santiago Maldonado y eso afectó mucho la trama de la obra”.

 

Estética y género

Una profusión de géneros subyacen como fuente de inspiración en Cuna de Lobos. “Las sitcom (comedias de situación), las películas o series de suspenso en su nuevo formato en las plataformas streaming, pero también las telenovelas, el bizarrismo y el humor negro”, amplió Lorenzo, también actriz de vasto recorrido en la escena local.

“La puesta en escena de la obra plantea un grado de complejidad importante, bastante atípico para el teatro local. Las escenas transcurren en diferentes lugares del country como los interiores de las casas de los distintos personajes, la pileta o el Club House; hay un dispositivo escenográfico que es muy dinámico lo que genera que se vayan armando las escenas, y no es en tiempo real, pasan los días y eso implica una serie de cambios de vestuario. Por esto, la escenografía se mueve, gira y rearma en cada escena una espacialidad diferente”, expresó finalmente la directora.

  • Cuna de lobos se conocerá este sábado, a partir de las 20, en el Cultural de Abajo (Entre Ríos 579), donde seguirá en cartel hasta fines de junio. 
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