Una fiesta andaluza, el clima del tablao tradicional y una artista que pone en jaque un arte ancestral como el flamenco. Carmen Rivas, La Talegona, presenta esta noche en Rosario Bailaora. Se trata de una de las más notables exponentes mundiales del flamenco de los últimos tiempos que desembarcará, desde las 21, en el Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río), junto con los músicos Rodrigo González y Mariano Manzella; en cante Álvaro González, Eugenio Romero y Juan Romero, y las bailaoras Camila González, Melisa Picón y la talentosa Julieta Dibidino, a cargo de El Rosario Estudio de Arte Flamenco, el espacio pedagógico y artístico local donde se forman bailaores y músicos en la ciudad, que trae a La Talegona a Rosario.
“Es mi primera vez en Rosario, y llego por invitación de Julieta (Dibidino), que ha tomado clases conmigo en España y con quien tengo una buena amistad”, expresó la talentosa Carmen Rivas (Córdoba, España, 1976), que comenzó con sus estudios en el Conservatorio de Danza Española y Arte Dramático de Córdoba con sólo 11 años, quien en estos años compartió cartel en toda la geografía andaluza con figuras como José Mercé, La Macanita, Chano Lobato, El Pele, Enrique Morente, José Parra, Pansequito y Aurora Vargas, entre otros, al tiempo que recorrió el mundo bailando en grandes compañías de artistas de renombre internacional como Cristóbal Reyes o el mismísimo Rafael Amargo.
Respecto de cómo la matriz del flamenco se ha extendido a otros horizontes por fuera de España con notable repercusión, La Talegona expresó: “Creo que el flamenco no tiene fronteras. Siempre digo que el flamenco es un billete de ida sin vuelta: la gente que se impregna, que se mete en el flamenco, ya se queda para siempre, es difícil que salga; creo que hay mucha emoción y esa emoción permite que te evadas de los problemas de la vida cotidiana, tanto de las penas como de las alegrías; en el tablao es donde tú derrochas verdaderamente lo que sientes y por eso hay mucha gente que se refugia ahí, en ese lugar. Yo estoy recorriendo el mundo entero con mi arte y me digo: «¡Madre mía de mi corazón!, cuánta gente involucrada en este arte que es súper difícil». Hace quince años que vengo a la Argentina (a Buenos Aires), y me impresiona mucho lo que ha crecido el flamenco tanto en cantidad como en calidad, hay más evolución, más profesionalismo; es algo que, como española, me impacta y me llena de orgullo”.
Con relación a los valores culturales que transmite el flamenco desde su origen en Andalucía, donde cante, guitarra y baile se conjugan de manera única desde los tablaos más pequeños hasta los grandes escenarios, La Talegona, quien pertenece a una reconocida estirpe flamenca (es sobrina de la saetera María La Talegona y del célebre cantaor Talegón), expresó finalmente lo que este arte, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, provoca en ella: “Es una cosa que no se puede poner en palabras porque el flamenco es un arte que, en realidad, no tiene explicación. Cuando yo me subo a un escenario no me siento la misma; en escena me evado, me voy con la música y hago cosas que, muchas veces, cuando bajo del escenario, me pregunto: «Dios mío, ¿realmente he hecho esto?» Por eso digo que es un arte que te transporta. Flamenco es sentir y hacer aquello que uno siente, con más o con menos evolución, más o menos clásico o contemporáneo, pero si se hace con sentimiento, con el corazón y dejándolo todo, es flamenco”.