Las principales hipótesis sobre las que trabajan los investigadores del crimen de Candela Rodríguez tienen un elemento en común: la venganza.
Una de ellas se centra en el padre de la niña de 11 años. Aunque en su declaración insistió en que no tiene enemigos ni «cuentas pendientes», deslizó que el crimen podría vincularse con una venganza de alguien que pudo haberlo creído informante de la policía.
«Si esto fue un vuelto para mí, cosa que no creo, es porque hicieron correr en el barrio que yo era buchón de la (Policía) Federal», dijo.
Rodríguez estaba alojado en el penal de Magdalena y tras conocerse el homicidio de su hija fue llevado al de Ituzaingó, ya que aún le resta cumplir parte de una condena por «piratería del asfalto».
La otra línea de investigación incluye a una de las tías de la niña, quien recibió días pasados un llamado extorsivo para que entregara dinero a cambio de la liberación de la nena, que a esa altura ya llevaba una semana en condición de desaparecida.
La mujer mantuvo una relación con un hombre conocido como «Huevo», que cuenta con antecedentes por narcotráfico y es un referente en Villa Korea, en la localidad bonaerense de San Martín. Según se dice, hace dos meses fue víctima de un secuestro y debió pagar un rescate para ser liberado.
«Si tomamos por cierto el contenido de esa llamada y efectivamente le estaban reclamando algo que existe a la familia y la familia dice que no sabe de que se trata, alguien ocultó algo, no hay ninguna duda», expresó el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate.
El exmarido de Nancy Carola, la madre de Candela, aparece en la tercera hipótesis. Los investigadores están detrás de la pista de Ricardo Manuel Perrota, quien estuvo detenido varios años por robo calificado y es sospechado de tráfico de drogas.
Las últimas horas de la investigación trajeron varias novedades. La Policía Bonaerense allanó una vivienda ubicada en la calle Kiernan al 900, a sólo un kilómetro de la vivienda de la nena asesinada.
También se secuestró una camioneta utilizada para el reparto de alimento de mascotas, en el que se habría hallado indicios de que pudo haber sido empleado para transportar a la niña asesinada. Uno de los datos que se manejaba es que entre las bolsas en las que se había tapado el cuerpo de la nena, había una que era de alimento de mascotas.
Además se allanó un locutorio en la Capital Federal, de donde se sospecha, se habrían realizado varias llamadas extorsivas a la familia de la niña.
Hay expectativa que durante la jornada de hoy vuelva a declarar la madre de la niña. Dependerá de las condiciones físicas y emocionales en las que se encuentre.