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Una visita que se posterga

Especialistas advierten que las parejas que padecen problemas de infertilidad demoran cada vez más la consulta con el médico. Explican esta conducta en “los cambios sociales que se están produciendo”.

Las parejas que padecen alguna dificultad para tener un hijo consultan a los especialistas cada vez más tarde, lo cual atenta contra el éxito del embarazo. Así lo revelaron la Asociación Civil Concebir –grupo de apoyo para parejas con trastornos en la reproducción– y la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (Samer).

Sergio Papier, presidente de Samer, afirmó que “la edad de la consulta es mayor que hace algunos años, debido a los cambios sociales que se están produciendo”.

“Hay una sumatoria de factores que hacen que se produzca esta situación. Lo que es claro es que ese retraso en la consulta afecta la fertilidad futura y las chances descienden a partir de los 35 años –subrayó el especialista–. A veces forman pareja más tarde o van por el segundo matrimonio. En otros casos, postergan la maternidad por cuestiones profesionales, laborales o económicas”.

Tanto la Samer como la Asociación Concebir dieron a conocer estos datos poco antes del inicio del Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad, que se celebra en junio de cada año.

En el marco de las actividades que se desarrollarán por el Mes del Cuidado de la Fertilidad, se anunció que habrá “1.000 bonos para consultas gratuitas en más de 20 centros acreditados en Capital, Buenos Aires, Neuquén, Mendoza, Córdoba, Tucumán y Santa Fe”, entre otros puntos del país.

Según el Registro Argentino de Fertilización Asistida (Rafa), con datos de 15 centros de todo el país en el período 2004-2008, mientras que en 2004 los tratamientos en mujeres de 35 años eran el 47 por ciento, en 2008 la tasa descendió al 39 por ciento.

En tanto, de acuerdo con esos datos, se elevó el porcentaje de tratamientos en mujeres mayores de 35 años.

La edad importa

Según los especialistas, el problema es que “la mayoría no tiene una real información acerca del impacto que ello pueda ocasionar en su fertilidad. Más allá de los adelantos científicos, la edad de la mujer influye sobre la calidad de sus óvulos a partir de los 35 años, tanto con tratamientos de fertilización asistida de baja como de alta complejidad”.

Al respecto, los datos del Registro mostraron que la tasa de embarazo promedio en menores de 35 años fue de 33 por ciento, mientras que en mujeres de 35 a 39 años fue de 28 por ciento y en mayores de 40 años descendió a 12 por ciento.

En ese marco, Isabel P. de Rolando, fundadora y presidenta de Concebir, subrayó que “es importante que las parejas tomen conciencia de que los tratamientos de fertilización asistida no solucionan todos los casos, que no deben poner todas la expectativas en ellos al retrasar la maternidad y que cuanto antes se llegue a la consulta, mayores serán las chances de éxito”.

Papier especificó que, en mujeres menores de 35 años, “hay que hacer la consulta si luego de un año de búsqueda no llega el embarazo, mientras que en mujeres por arriba de los 35 años, sobre todo si tienen algún antecedente que haga sospechar un problema de fertilidad en ella o en su pareja, se puede consultar pasados los seis meses de búsqueda”.

En Argentina, no es enfermedad

Actualmente, la infertilidad es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que afecta a una de cada seis parejas.

Sin embargo, para la legislación argentina, ser infértil no es una enfermedad, por lo que los afectados deben costear los exámenes de diagnóstico, la medicación y los tratamientos para intentar tener un hijo.

“La falta de información hace que se demore dicha consulta; también el no concurrir a un Centro Especializado y la no cobertura de la consulta y tratamiento, al no tener Ley de Fertilización Asistida Nacional, razón por la cual muchas parejas quedaron en el camino por problemas económicos a pesar de estar bien informadas”, afirmó Estela Chardon, fundadora y coordinadora general de Concebir.

De acuerdo con un informe publicado por el Registro Latinoamericano de Reproducción Asistida (RLA), un órgano de la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida, que recopiló datos de 22 centros argentinos entre 1990 y 2009, en esos 20 años el número de procedimientos se multiplicó, pasando de 741 en 1990 a 9.773 en 2009.

El acceso de la población a estas técnicas también creció: mientras que en 2000 era de 100 ciclos por millón de habitantes, en 2009 el número de ciclos llegó a 242 por millón.

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