Daniel Toro había nacido un 3 de enero de 1941 en Salta. Este viernes patrio, falleció en la misma ciudad, donde permanecía internado desde fines de abril por un cuadro de neumonía. Para ir a buscarte, Zamba para olvidarte, Cuando tenga la tierra y El Antigal son apenas unos pocos ejemplos de los himnos de música popular que compuso el artista de origen indígena, prohibido por la dictadura y alejado temprano de los escenarios tras sufrir un cáncer de garganta.
Toro compuso más de mil obras. Comenzó su carrera en 1959 como integrante de conjuntos locales, entre ellos Los Tabacaleros, Los Forasteros, Los Viñateros y Los Nombradores. Siete años después, se lanzó como solista, y en 1967 recibió el Premio Consagración en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín.
Entonces, comenzó a ser conocido. Publicó álbumes de gran llegada, como El nombrador, Canciones para mi tierra, Canciones para mi pueblo, Un año de amor, Rondas de amor, Cuando tenga la tierra, Retorno al folklore, Refranero de mi pueblo, Sueño de trovador, El Cristo americano, Zamba para olvidarte, Engañada y Escríbeme una carta.
Durante la última dictadura, se protegió tras el seudónimo de Casimiro Cobos. Además de las prohibiciones durante el imperio del terrorismo de Estado, el músico padeció un cáncer de garganta que le hizo perder la voz, y se tuvo que bahjar de los escenarios
Los familiares del músico salteño explicaron que tenía un «frágil estado de salud» desde hace años que se agravó en esta última internación.
Hay una película que rescata su trayectoria: El nombrador, de la productora El Jume. En ella, lo reconocen Teresa Parodi, Víctor Heredia, Nadia Larcher, Abel Pintos, Los Carabajal, Mariana Carrizo, Franco Ramírez, Ricardo Mollo, el mismísimo Miguel Abuelo en un material aportado por la Fundación creada por sus allegados y Diego Torres.
Ricardo Mollo, líder de Divididos, que en el film hace una versión de Cuando tenga la tierra junto con Agustín Carabajal en bombo y Nadia Larcher en un recitado, dijo entonces: «Estoy agradecido por este desafío que me junta con canciones que me acompañan toda la vida». Y recordó al salteño por «una obra y una trayectoria que lo muestra como un gran compositor y un pensador valioso para esta música nuestra».
En esos momentos, hace dos años, Daniel Toro trazó un resumen de cómo encaró su carrera: «Tengo la alegría de haber intentado dejar algo que tenga un valor positivo en lo cultural y no hacer cualquier cosa. Estoy convencido de que he sido un protegido por Dios, que me mandó a la Tierra a cumplir con esta misión de hacer tantas canciones, y pude hacerlo y no viví porque sí, nomás».