Veintidós de cada cien hogares argentinos sufrieron durante julio robos del tipo «entradera», una modalidad caracterizada por la violencia de los ladrones hacia las víctimas, que son sorprendidas al entrar o salir de su casa. Los tipos de delitos contra los grupos familiares codificados son varios, pero sobresale con claridad el de «robo con violencia», con el 64% de participación relativa en el total. El hurto de objetos personales y el robo en vivienda sin los habitantes presentes se
ubican por detrás con el 14 y 9% respectivamente. El último lugar corresponde al robo de autos, con el 3% del total.
Los datos se desprenden de un estudio elaborado por el Laboratorio de Investigaciones sobre Crimen, Instituciones y Políticas (Licip), que depende de la Universidad Di Tella. El informe concluye que las entraderas son una modalidad que cada vez se vuelve más habitual.
uno de cada cinco y en aumento
Según el Licip, de cada 100 hogares, 22 sufrieron al menos un robo con violencia. En otros términos, uno de cada cinco tuvo que atravesar esa experiencia violenta.
Desde el organismo dependiente a la Universidad Di Tella precisaron que este valor «implica un aumento de cuatro puntos porcentuales respecto al valor observado en julio de 2016». Agregaron que esta modalidad delictiva «tiene una participación relativa de 64% sobre el total de delitos sufridos por los hogares».
en 40 centros urbanos de todo el país
El informe forma parte de las encuestas de victimización que lleva adelante el Licip en todo el país. Las hace desagregadas en tres regiones: Ciudad de Buenos
Aires (Caba), Gran Buenos Aires, Cuyo (Mendoza, San Luis y San Juan), Noroeste-NOA (Catamarca, Jujuy, La Rioja, Salta, Santiago del Estero y Tucumán), Noreste-NEA (Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones), Pampeana (Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y provincia de Buenos Aires) y Patagonia (Chubut, Neuquén, Río Negro y Santa Cruz). Las entrevistas contemplan cuarenta centros urbanos clasificados en ciudades pequeñas (entre 10.000 y 100.000 habitantes), medianas (entre 100.000 y 500.000) y grandes (de 500.000 o más).
mejor vivir en ciudades pequeñas
La medición realizada en julio de 2017 presenta valores de victimización más elevados para las ciudades grandes, con el 32,8% del total. Detrás –y mejor– quedan las ciudades medianas y pequeñas con el 25 y el 13.9%, respectivamente.