El dueño de un taller mecánico donde se encontró el auto robado a Sebastián «Oso» Cejas, quien en septiembre de 2020 fue asesinado frente a su madre cuando esperaba en su vehículo que su padre saliera de una sesión de diálisis en el hospital Español, fue condenado. Mediante un acuerdo abreviado, aceptó la pena de 4 años de cárcel por encubrimiento agravado y tenencia de armas.
Claudio Blanco tenía su taller en Ituzaingó al 7300. El hombre quedó involucrado en el caso tras el crimen de Cejas, ocurrido cerca de las 0.37 del 22 de septiembre del 2020 frente al hospital, en Gaboto al 1100. La víctima, conocido como Oso, era cocinero, tenía un proyecto para abrir una rotisería con un amigo y había llevado a su padre al hospital para hacerse diálisis.
Estaba con su madre a bordo de su Chevrolet Onix esperando a su padre en doble fila. Según la imputación, por el lugar pasó otro Onix color oscuro con al menos cinco personas. El conductor dio la vuelta y se estacionó por Babbini, a unos 30 metros del auto de la víctima. Se bajaron 4 asaltantes, tiraron un tiro al aire para amedrentar a la víctima y a los taxistas que estaban cerca y otro de los ladrones le abrió la puerta del acompañante. El agresor sacó a la madre del auto y se metió.
Los dos restantes rompieron de un culatazo la ventanilla del lado del conductor donde estaba el Oso, le abrieron la puerta y uno le disparó en el tórax. Después lo bajaron, terminaron de subir al vehículo y huyeron por Gaboto al este, doblaron en Corrientes hacia el sur, en contramano circulación.
La investigación quedó en manos de la fiscal Gisela Paolicelli, quien tras una serie de medidas investigativas solicitó un allanamiento para un taller ubicado en Ituzaingó al 7300 que se llevó adelante el 24 de septiembre de ese año.
Abrió el Parador El Oso, en homenaje a Sebastián Cejas que fue asesinado frente al Hospital Español
En el lugar se encontró el Onix de Cejas además de un Volkswagen Saveiro con la cédula de identificación del vehículo, una motocicleta Honda XR con pedido de secuestro de 9 de agosto de 2020, una motocicleta Yamaha FZ con pedido de secuestro de 28 de mayo de 2020, dos chapas patentes, y una cédula de identificación perteneciente a la motocicleta Yamaha XTZ con pedido de secuestro de fecha 1° de septiembre de 2020.
Además tenía en su poder y sin la debida autorización legal un arma de fuego tipo revólver calibre 38 Special de seis alvéolos, conteniendo 3 cartuchos en su interior que se encontraban en una mochila que a su vez tenía 3 cartuchos intactos calibre 38, 1 cartucho 9 milímetros y 6 cartuchos calibre 12.
A la vez, se le secuestró una carabina calibre 22 milímetros largo con un cartucho intacto del mismo calibre en la recámara; un almacén cargador contenido 10 cartuchos calibre 22 y una mira telescópica, una escopeta calibre 12 Maverick y por último un celular Motorola E5.
La fiscal lo imputó por encubrimiento triplemente agravado por tratarse de un delito precedente grave, ánimo de lucro y habitualidad, tres hechos de tenencia ilegal de arma de fuego de guerra y encubrimiento agravado.
Las pericias al Onix del Oso, secuestrado en el galpón de Ituzaingó al 7300, más la toma de declaraciones y el análisis de las cámaras de seguridad, llevaron a los investigadores a determinar dos identidades. Finalmente Leonardo C. y a Gabriel O. fueron detenidos e imputados como coautores de los delitos de homicidio en ocasión de robo agravado por el uso de arma de fuego.
El Onix
En cuanto al dueño del taller mecánico, este lunes reconoció su responsabilidad en el hecho en una audiencia de procedimiento abreviado. En presencia del juez Héctor Núñez Cartelle el acusado consintió un acuerdo al que arribaron su defensa y la Fiscalía Regional Rosario, en la persona de Paolicelli.
Tras evaluar el caso el juez homologó el convenio y condenó a Claudio Blanco a la pena de 4 años de prisión efectiva por los delitos endilgados.
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