Fue una prolífica temporada para los embajadores rosarinos en tierra italiana. En la primera campaña que pudo jugarse completa casi sin impedimentos generados por el Covid, los jugadores y jugadoras formados en el básquet local pudieron mostrar todo su talento y personalidad para refrendar que tienen el lugar bien ganado en la competencia. Claro, mientras algunos ya tienen años de experiencia en el básquet de ascenso azzurro, otros dieron sus primeros pasos. En todos los casos el balance fue positivo, y lo repasaron con El Ciudadano, que semana a semana los acompaña en Rosarinos por el Mundo.
En la “prima pagina” del repaso se lleva la atención Nicolás Morici, el espectacular perimetral formado en Gimnasia que terminó de rubricar su nombre entre las joyas del ascenso tano con una temporada de ensueño en las filas de Moncada Agrigento. Números, aporte completo, juego de equipo, pero también esa picardía y desequilibrio que salen del molde y que generan la complicidad inmediata en la gente. Y en la era de las redes sociales, sus espectaculares volcadas o sus impresionantes triples para derrotar el reloj recorrieron el mundillo del básquet.
“Obviamente que el balance de esta temporada es muy positivo, aunque más allá de la victoria final, me quedé muy contento con la manera en que se jugó todo el año, con el grupo que se creó con los chicos y el haber salido adelante de todas las problemáticas que surgieron”, contó Nico, campeón y ascendido con Agrigento, aunque con nuevo horizonte al no poder jugar A2 como nacional.
“La próxima temporada mi objetivo es el de intentar repetir lo logrado este año. Es un equipo que se quiere armar fuerte para pelearla, sabiendo que este año solamente va a haber 2 ascensos debido a una reforma del torneo (antes eran 4). Roseto es una plaza histórica del basquet italiano y es muy seguida, así que la base es buena para trabajar bien”, apostó fuerte en su deseo Morici, carta importante del mercado de la B italiana y ya con varias temporadas de experiencia.
Si de largo recorrido en Italia se trata, Natalia Ríos tiene el récord. Mucha experiencia, pero fantástica vigencia para la base rosarina que volvió a jugar A2 Femenina con el Blue Lizard Capri tras haber ascendido y la rompió. Ríos fue clave en conducción y goleo para conseguir una permanencia que parecía imposible por presupuesto y jugando sin localía firme.
“El balance general de la temporada fue positivo. El año pasado ascendimos de categoría, este año la competencia era mucho más intensa y profesional. El objetivo del club era el de defender la plaza y mantenerse en la categoría y se cumplió el objetivo”, analizó Natalia, quien a pesar de estar cómoda en la isla deberá cambiar de rumbo: “A nivel personal fue súper positivo y gratificante jugar en A2 y poder hacerlo todavía en gran nivel. Para la próxima temporada tendré que hacer un cambio forzado de club ya que lamentablemente Capri tuvo que vender la plaza por cuestiones económicas. Estoy evaluando y esperando nuevas propuestas”.
Opciones no faltarán después de romperla durante toda la temporada.
En la C Gold compitieron rosarinos en diferentes regiones, entre ellos el recién llegado Gastón Fredes y el experimentado Leandro Faranna. Otro que la rompió fue Valentín Garello.
Faranna se anotó otro equipo en su extensa carrera italiana y llegó con título y ascenso para el Junior Casale Monferrato, que jugará la próxima temporada de la B y, spolier, Leo cambiará de rumbo al estar impedido por las reglas para los extranjeros comunitarios que no hicieron inferiores en Italia. Pero a leer al interno, que vivió una gran temporada, aunque no exenta de sacrificio: “Fue muy positivo. Salimos campeones, pudimos ascender y cumplir con el objetivo planteado por el equipo”.
“Llegué en octubre con el equipo armado. Costó un poco encontrar la dinámica de juego grupar y por eso perdimos algunos partidos. Desde las individualidades nos mantuvimos como protagonistas y así encontrar la regularidad a poco de los playoffs. Ahí nos hicimos fuertes. Ese tiempo fue fundamental y ahí cambió todo para poder aspirar al título. En la final teníamos desventaja de localía pero como contamos con mayor experiencia, pudimos robar uno de visitante y tuvimos la tranquilidad para ganar de local”, explicó Leandro.
“Estoy muy contento porque no me lo esperaba después de estar parado un tiempo por la suspensión de los torneos por Covid. Tomé protagonismo y ascendimos, que no es algo que se dé todos los días”, cerró Faranna, quien busca nuevo destino.
Para Gastón Fredes fue su primera campaña en Italia y el juvenil se sacó las ganas de probarse, porque no sólo se destacó en la C Gold de Air Termoli para conservar la categoría en la C Gold, sino que se consagró con Molise Basket Young en la Serie D y con el mismo equipo obtuvo el título U19, en ambos casos como figura excluyente.
“El balance personal es muy bueno, tuve una clara mejoría en el rendimiento, fue mi mejor año y lo pude cerrar muy bien. La adaptación fue rápida y tanto el equipo como yo fuimos de menor a mayor”, analizó el ex Gimnasia, quien estudia lo que vendrá: “Todavía no estoy seguro para la que viene, estoy viendo algunas ofertas, pero mi idea es quedarme en Italia”.
Valentín Garello tuvo impacto inmediato en la categoría, con notables tareas en Sport Gravina: “Tuve la suerte de llegar a una institución seria, que me trató muy bien y me cumplió con todo. La experiencia fue muy buena porque éramos un equipo armado para salvar la categoría y en el que yo era el único extranjero. Antes de que empiece el campeonato nadie esperaba nada de nosotros, éramos el equipo que seguramente caía en el fondo de la tabla, pero casi sin creerlo empezamos a ganar partidos importantísimos contra equipos armados para ascender. Fueron sensaciones muy lindas, recuerdo festejar mucho, terminamos incluso la primera fase del torneo primeros en la clasificación con una sola derrota”.
“Lamentablemente por la intensidad del torneo y por no tener un plantel tan largo tuvimos tres lesiones importantes que nos hicieron llegar a los playoffs un poco mal, pero en el balance general fue un gran mérito estar ahí”, analizó el alero, quien estudia el futuro: “La gente del club está contenta y quieren que vuelva, pero por el momento no decidí nada. Estoy esperando. En Argentina también siempre estuve bien y disfrute mucho jugar así que no descarto la posibilidad de continuar la carrera acá”.
Por su parte, en la C Silver también hubo destacadas tareas de jugadores rosarinos, el base Nicolás Domínguez y el ala pivot Federico Oggero.
“Mi balance fue positivo, volver al básquet internacional, pasar buenos meses y cerrar lo mejor que se pudo”, resumió Nico, quien con Cestistica Barletta llegó a cuartos de final de su divisional con grandes labores de Domínguez, quien promedió 19 tantos en la campaña con muy buenos juegos, incluido uno de 38 tantos.
“La temporada que viene estoy abierto a todo, ya sea cruzando el charco o no. Esperando la 2022/23”, se ilusionó Nico, quien seguramente pronto tendrá novedades.
Otro que cumplió el deseo de jugar en Italia fue Fede Oggero en Fortitudo Anagni. “Fue una temporada maravillosa, una experiencia única. Es algo que soñé de chico y pude disfrutarlo mucho ahora que se dio. Me adapté rápido y en el equipo me hicieron sentir uno más. Por eso elegí quedarme otra temporada, trabajando para que sea mejor que esta y seguir cumpliendo objetivos a nivel club, pelear lo más arriba posible”.
El recorrido termina con otro de los experimentados en tierras italianas, ya radicado y con familia allí. En sus últimas campañas batallando en la zona pintada, pero siempre en buen nivel, Matías Príncipe contó: “Fue una temporada positiva, lograr terminar ya es bueno después del Covid. Tuvimos algunos problemas serios de lesión con jugadores clave, pero a pesar de eso pudimos terminar en el cuarto lugar. Gusto amargo porque el campeón fue un equipo al que le peleamos de igual a igual”. Al parecer, Fagagna seguirá siendo su equipo: “Casi seguro me quedo ahí y el equipo quiere reforzarse para dar pelea”.
La elección deportiva, la decisión personal, la experiencia de vida y la búsqueda de una mejor propuesta son factores que confluyen para irse a jugar al exterior. A veces la fortuna sonríe y en algunas no, pero en esta campaña los embajadores tuvieron salvo positivo.