R. Macagno 2. Su responsabilidad fue demasiado grande. Reaccionó tarde en el primer gol, tras un centro controlable, y no puso resistencia en el cuarto, un remate débil a su cuerpo. Pero lo más preocupante es su inestabilidad anímica, parece un arquero vencido de antemano.
A. Schott 4,5. Intentó atacar siempre, a veces bien, otras mal. Metió un cabezazo en el travesaño y participó del gol.
G. Velázquez 3. Mantuvo el aplazó de los últimos partidos. Desconocido, frágil a la hora de marcar, inseguro con la pelota. Por momentos parece no tener ganas de jugar.
S. Salcedo 3. Llegó tarde a todos los cierres. Se contagió de la inestabilidad y el nerviosismo del resto.
A. Martino 3. Más rápido para protestar que para marcar. Falló con Velázquez y Salcedo en el segundo gol y le tomó el número de camiseta a Mazzanti en el tercero.
F. Cedrés 4. Desbordado. Quiso resolver solo todos los problemas de Newell’s. No se puede reprochar su entrega, pero no le sirve al equipo su desorden táctico.
M. Pérez 3,5. Desconocido. No tuvo participación en el juego. Dejó muy solo a Cedrés.
M. Silvetti 4. Mucho empuje, poca claridad. Tomó muchas decisiones equivocadas. Tuvo una chance que atajó Galíndez.
J. García 5. El gol lo sacó del aplazó. Oportunista, puso a Newell’s un rato en partido. Pero hizo muy poco el resto del partido.
E. Banega 3. Sólo se puede destacar su pegada en las pelotas paradas que generaron los dos goles. Lento y repetido con la pelota. Muy cuestionado.
M. Miljevic 5. Va siempre al frente y eso el hincha lo rescató con aplausos. Le faltó asociarse más con Banega. Un tiro en el palo.
G. Chiaverano. Lleno de ganas, escaso de claridad.
J. Ramírez. Sumó un gol a su currículum y mostró ganas.
G. Carabajal. Pocos minutos, nada relevante.
F. Cardozo. Entra con ganas, sólo eso.
