Los trabajadores y trabajadoras de la empresa Bronway se volvieron a manifestar este jueves frente a la Afip en defensa de sus fuentes laborales. Es que desde hace un mes las máquinas de la empresa están paradas y varios de los 200 empleados están suspendidos. Todo se debe a una medida cautelar que la Justicia federal le otorgó a la empresa, con lo que pueden funcionar, pero por distintas trabas oficiales esa medida nunca se pudo poner en funcionamiento. Lo que los trabajadores piden es que los dejen trabajar.
El conflicto con las tabacaleras nacionales es que el impuesto al atado de cigarrillos está fijado de acuerdo al precio de mercado de las multinacionales, no por porcentaje, por lo que excede el monto que la empresa obtiene por un paquete de tabaco en los quioscos. El problema lo tienen todas las tabacaleras nacionales que son pymes, ya que funcionan gracias a medidas cautelares. En el único lugar que esto no sucede es en Santa Fe.
Rodrigo, uno de los trabajadores, explicó a El Ciudadano que el conflicto arrancó en diciembre. “Nosotros nos manifestamos y la Justicia nos otorgó la medida cautelar el 29 de diciembre, y desde ese día, que nos tendrían que haber entregado las estampillas, la Afip no lo hizo y empezó a dilatar el proceso con cuestiones que no tienen que ver con la cautelar en sí”.
En esa línea, Rodrigo aseveró: “Bronway cumplimentó todas las declaraciones juradas, presentó todas las notas a la Afip, y la Afip no responde. No responde ni que sí ni que no. Por eso es también la manifestación”.
El trabajador explicó además que durante la feria judicial metieron trabas, con animosidad. “Lo que están buscando es que Bronway cierre. La planta está parada, hay gente suspendida, de ahí para acá lo que único que hizo la Afip fueron cosas extrañas”, detalló.
Rodrigo contó que la Afip «metió ahora un recurso extraordinario en la Corte» para que «se suspenda la cautelar», lo que constituye “algo nunca visto en el país» y que opera favoreciendo a las multinacionales del sector tabacalero. «Ya no sabemos qué pensar. Creemos que todo es contra Bronway”, deslizó. Y detalló que una de las tabacaleras, la firma Sarandí, que es de capitales brasileños, «ni siquiera es una pyme y funciona con cautelar, como todas las otras».
“Ya estamos faltando en las góndolas, es un daño muy grande. No somos sólo nosotros, hay más 1.500 personas afectadas entre distribuidores y personas que venden el producto”.