Abril empezó con la confirmación del recorte de 3 mil millones de pesos por parte del gobierno Nacional en el presupuesto para obras de infraestructura de las universidades públicas de todo el país. El anuncio lo hizo la secretaria de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación nacional, Danya Tavela, en el plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que se hizo días atrás en Jujuy. La noticia encendió la alarma en todas las universidades en el contexto de plena discusión paritaria, con las clases recién comenzadas y las actividades por el centenario de la reforma universitaria de 1918. El rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) se reunió este martes con los decanos y entre todos elaboraron un documento en el que manifestaron la preocupación por la medida y pidieron al gobierno de Cambiemos que garantice el presupuesto para la educación superior que el Congreso Nacional aprobó en diciembre. También informaron que las dos obras más importantes previstas a nivel local serán financiadas con fondos propios. Se trata del comedor universitario para el área de Salud, ubicado en Suipacha y Santa Fe, y el aulario que compartirán las unidades de Ciencia Política y Arquitectura, en La Siberia.
En diálogo con El Ciudadano, los decanos de Ciencias Médicas, Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas y Ciencia Política y Relaciones Internacionales coincidieron en que el recorte es una mala señal.
Para Ricardo Nidd, de Ciencias Médicas, los gobiernos de corte neoliberal no priorizan la inversión en educación pública y el de Cambiemos no es la excepción. “Si vemos cómo se resuelven las situaciones salariales de los trabajadores nos damos cuenta de que las políticas de este gobierno no son promotoras de justicia social y equidad” opinó. Según el decano la reunión de este martes mostró la unidad de la UNR en el reclamo.
En el caso de las obras del comedor universitario, aclaró que serán garantizadas por la gestión de la UNR con fondos propios. “El recorte afecta a obras fuera del presupuesto. Igualmente, estamos en alerta en función de que esta noticia no implique romper el compromiso que asumió el Estado a través del parlamento cuando se aprobó el presupuesto en diciembre”, agregó.
Franco Bartolacci, de Ciencia Política, consideró el pronunciamiento del Consejo Superior como un mensaje de unidad de la UNR –donde conviven varios espacios políticos– ante el recorte. “Venimos señalando hace tiempo que este tipo de decisiones afectan el desarrollo de las actividades de las universidades. Vemos con mucha preocupación este ajuste y hay unidad en el reclamo de todos los decanos. La discusión de fondo es qué prioridad tiene para un país la inversión en educación pública. Para que las universidades sean agentes de transformación social necesitamos inversión”, dijo el decano. Explicó que el recorte no es sobre los fondos para universidades nacionales previstos en el presupuesto nacional, si no en las obras de infraestructura universitaria, que dependen de otra línea de financiamiento.
Esteban Serra, de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas, contó que en la reunión del Consejo Superior el rector Héctor Floriani explicó en qué consiste el recorte y dijo que no afectará a las dos obras más importantes previstas en la UNR en los próximos meses. “Es un signo preocupante por lo que pueda pasar más adelante. Hoy puede no afectarnos de manera directa, pero implica al Ministerio de Educación haciendo un recorte. Y pasa en plena paritaria. Si bien son presupuestos distintos, es una pésima señal porque significa que para el gobierno no es una preocupación bajar el presupuesto”, opinó.
Tres mil millones menos
El recorte presupuestario fue anunciado por Tavela en el plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). La funcionaria consideró a 2018 un año muy especial para el sistema universitario, por ser el centenario de la Reforma Universitaria de Córdoba. Durante su presentación, resaltó la necesidad de una discusión profunda en el sistema. “El cambio y los avances no dependen sólo de lo que decida esta Secretaría, sino también de este cuerpo. La mirada del sistema debiese estar en la planificación con la consideración de sus heterogeneidades y diferencias, porque las universidades deben protagonizar el cambio”, aseguró Tavela en el cónclave con palabras caras al oficialismo. Como consuelo, apuntó que las universidades no son el único sector afectado por las readjudicaciones de fondos que realiza el Poder Ejecutivo respecto del presupuesto votado por el Congreso. En el caso de las universidades, de los 100 mil millones de pesos presupuestados para 2018, el gobierno ya reasignó 3 mil millones, además de suspender obras por un monto aún no precisado.
El ajuste fue criticado por los gremios docentes, que asistieron al plenario del CIN para presentar sus reclamos salariales. “Alrededor del 90 por ciento del presupuesto de las universidades es salario: es decir, el ajuste va a repercutir en los gastos de funcionamiento, becas estudiantiles, comedores, y programas especiales, en no menos de un 25 por ciento de ese presupuesto”, aseguró el secretario adjunto de Conadu Histórica, Antonio Rosselló.