El conflicto por la toma de terrenos en Avellaneda al 4200 no ha terminado, pese a que se llegó a un acuerdo en general la semana pasada. Pero ocurre que unas 50 familias se niegan a abandonar el lugar –asentadas en su mayoría en tierras que pertenecen a UPCN–, lo que provocó el enojo del sindicato estatal. A tal punto que sus dirigentes amenazan con realizar un paro “que se sentirá en todo Rosario” si no se procede al desalojo del lugar, además de haber hecho una denuncia judicial parar resolver el tema. Con suspicacia, desde el sindicato, que decidió establecer un cerco perimetral con alambre para delimitar claramente su posesión, se preguntaron por qué los últimos ciudadanos que se niegan a retirarse del predio ubicado en la zona sur “se corrieron” a las tierras que posee el gremio cuando antes estaban en las que pertenecen al municipio. Desde el Palacio de los Leones reconocieron que la situación es compleja por la negativa al diálogo que tienen los últimos asentados y aclararon que la solución está en manos dela Justicia.
El delegado zonal del Departamento Rosario de Upcn, Néstor Audero, se quejó de la presencia de gente en los terrenos del gremio. “El sábado estuvimos colocando un cerco perimetral en nuestro terreno, donde habrá fácilmente 50 o 60 familias. No están por Avellaneda, se han corrido hacia atrás. Lo que ha hechola Municipalidades llevarlos para atrás, a los terrenos donde nosotros estamos trabajando. No estamos tranquilos. El juez debe sacar la orden de desalojo. Más allá de que hayan censado a esas familias no se quieren ir”, remarcó.
“Queremos aclarar que estamos trabajando en esas tierras: tenemos un plan de 135 viviendas y en la actualidad estamos ejecutando 25.La Municipalidad, la provincia y el juez lo saben. Ellos tienen que desalojar ese terreno que es privado. Seguro que va a estar complicado el desalojo, si cada día va más gente a acampar ahí. Son casas precarias las viviendas, pero no disminuye la cantidad de gente. Cada día hay más. Si no se consigue que la gente se vaya empezaremos a evaluar otras medidas como una movilización hasta parar todo Rosario”, afirmó Audero en declaraciones a Radio Dos.
El dirigente recordó que no se está hablando de un terreno baldío sino de un lugar “importante” para el sindicato. “Pagamos impuestos, hemos donado a la policía un lugar para poner una comisaría. El problema social lo tiene que arreglar el gobierno, no nosotros. Estas casas son para afiliados nuestros que no tienen casa propia. Deben desalojar el terreno y solucionar el problema de la gente que esta ahí”, continuó.
Complejidad
Por su parte, la subsecretaria dela Secretaría Generaldel municipio, Lorena Carbajal, reconoció en declaraciones a El Ciudadano que “la situación es compleja”.
“Nosotros hicimos todo un operativo hace un tiempo y llegamos a un acuerdo con la gran mayoría de los ocupantes. En ese marco, dio la casualidad de que quienes aceptaron las condiciones estaban asentados sobre terrenos municipales, y estas familias que se quedaron están justamente en los terrenos de los privados. Nosotros hicimos todos los procedimientos que fueron necesarios, relevamos todas las familias y obtuvimos el compromiso de que se retirarían con el objetivo de ir solucionando los distintos reclamos que vienen realizando”, explicó.
“Las que quedaron serán unas cincuenta familias que carecen de referentes, por lo que se hace muy difícil establecer una negociación. Ellos directamente dijeron que no se iban a ir de ahí hasta que no se les entregara una vivienda o un terreno para poder construirla. De entrada nos dijeron que no se iban a ir. Nosotros continuamos en conversación con el resto y los procedimientos fueron un éxito, porque de 500 familias se terminó yendo el 90 por ciento”, añadió.
“Lo que siempre buscamos mediante las distintas gestiones fue evitar un desalojo violento, por la fuerza. El tema es que cuando no hay voluntad de negociación la situación se termina complicando. Cuando no hay un referente con quien comunicarse y la cuestión se termina dirimiendo, tal como nos está pasando, familia por familia, el tema se pone difícil. Están haciendo un planteo muy duro, que nos excede. Dentro de esta gente que se quedó hay parejas con hijos y gente viviendo sola. Son personas que han intentado buscar su independencia pero ocupando terrenos. Esto a nosotros ya nos excede”, concluyó Carbajal.