Uruguay anunció hoy un paquete de medidas que apuntan a incentivar el turismo a través de deducciones fiscales, y que pretende mitigar los impactos de las restricciones argentinas a la salida de dólares y la precaria conectividad aérea que dejó el cierre de la aerolínea de bandera Pluna.
La primera de cuatro medidas es devolver el IVA hasta 22% a los servicios turísticos como gastronomía y hotelería a los visitantes que paguen con tarjetas de crédito y débito, emitidas fuera del país, entre el 15 de noviembre y el 30 de marzo de 2013.
Dentro del mismo plazo, devolverá el 10,5% del precio de arrendamiento de inmuebles para fines turísticos que se paguen con tarjetas del exterior, mientras que del 15 de diciembre al 30 de marzo del 2013 los vehículos matriculados en el exterior recibirán una carga de combustible de 25 dólares.
A estas disposiciones se sumará una extensión en las fronteras de los puntos de venta «Tax Free» con devolución del IVA a turistas, y la empresa estatal de telefonía uruguaya, ANTEL, brindará beneficios en la compra y adquisición de servicios a turistas.
Las medidas pretenden «contribuir de manera importante a la continuidad de expansión de un sector que ha tenido en estos últimos años un comportamiento sobresaliente», señaló el ministro de Economía y Finanzas uruguayo, Fernando Lorenzo, en conferencia de prensa.
«Cuanto más exitosa sea la temporada, va a crecer irremediablemente, por diseño simplemente, la renuncia fiscal», añadió.
Cerca del 70% de los visitantes que llegan a Uruguay durante la temporada estival lo hacen desde la vecina Argentina. Eso llevó a que las medidas adoptadas por el gobierno de Cristina Kirchner para desestimular la salida de dólares y de personas del país, generase una fuerte preocupación en los empresarios del sector turístico de Uruguay.
Otro elemento de preocupación fue la caída de la conectividad aérea con la región, producida por la quiebra en julio de la aerolínea Pluna, que cubría 253 vuelos semanales.
En 2011 Uruguay alcanzó un récord de tres millones de visitantes, casi uno por habitante, lo que consolidó al turismo junto al tradicional sector agroexportador como los motores de la economía que transita este año su décimo año consecutivo de expansión.