El gobierno uruguayo inició este martes la reapertura paulatina de las oficinas de la administración pública, como un nuevo avance en la flexibilización de las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, que ha causado 657 infectados y 17 muertos en el país.
La decisión fue anunciada anoche por el presidente Luis Lacalle Pou en una conferencia de prensa virtual, en la que también adelantó a la ciudadanía que debe esperar más tiempo para una mayor apertura de la actividad económica y social, reportó el diario El País de Montevideo.
«Esperen en los tiempos que vienen aperturas. Lo que nosotros esperamos durante esas aperturas es el buen uso de la libertad que nos permite seguir avanzando hacia la nueva normalidad», señaló el mandatario, quien recordó que, hasta entonces, «el quédate en casa sigue vigente».
La reapertura de las oficinas públicas se hizo en forma gradual en base a un protocolo elaborado por sindicatos y gobierno, con la presencia de la mitad de los empleados en algunos ministerios, mientras que en otras dependencias asistieron sólo los mandos superiores y cargos gerenciales.
Uruguay es uno de los países de Sudamérica menos castigados por el coronavirus.
Las autoridades no declararon un confinamiento obligatorio pero sí recomendaron limitar las salidas a la calle, suspendieron clases, eventos masivos y actividades no esenciales, y cerraron las fronteras.
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En las últimas semanas, el gobierno fue implementando una flexibilización de las restricciones, con la reapertura de bancos y sucursales financieras, la reanudación de la actividad judicial y de la construcción, la reapertura de algunos bares y restaurantes, y la vuelta a las clases presenciales en las zonas rurales.
Uno de los motivos para avanzar en la desescalada fueron los resultados negativos de los más de 430 tests de covid-19 hechos al azar a obreros de la construcción, tras retomar la actividad el pasado 13 de abril, explicó Lacalle Pou.
En ese sentido, el mandatario argumentó que, «si se toman los recaudos», como aplicar el distanciamiento social y usar tapabocas, «salir no está desaconsejado».
No obstante, el levantamiento de las restricciones continuará siendo paulatino y por sectores, a la vez que dependerá de la evolución del brote en el país.
Si bien los alumnos rurales pudieron retomar las clases presenciales, aquellos de los centros urbanos deberán continuar con la educación a distancia.
“No hay una fecha definitiva para el retorno generalizado de las clases», admitió el presidente, “Seguramente algunas de las vacaciones se vean recortadas y quizás se termine más tarde», agregó.
Tampoco se espera pronto «la apertura de la frontera con la Argentina» ni la llegada de aerolíneas con pasajeros extranjeros, por lo que el turismo exterior seguirá suspendido.
En tanto, esta semana volvieron a abrir los comercios, tras casi dos meses del inicio de la emergencia sanitaria.
La decisión, sin embargo, recae en cada propietario, que a su vez debe elaborar su propio protocolo sanitario, aunque sí deben utilizar el tapabocas obligatorio, tal como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para nuclear estos protocolos y evitar nuevos contagios, el Grupo Centro y la Cámara Nacional de Comercio y Servicios se reunían este martes con autoridades del Ministerio de Salud Pública y de Presidencia para avanzar en un protocolo común para todos los locales que empezaron a abrir sus puertas.
Según informó el diario El País, el 85% de los comercios abrió ayer sus puertas en el centro de Montevideo, donde hasta ahora sólo estaban operativos supermercados, farmacias y unos pocos negocios.