En un clima de tensión por la gran paridad en el recuento de votos provisorios, Luis Lacalle Pou, candidato del Partido Nacional y líder de una alianza que agrupa a distintos espacios de centro y de derecha, sería en principio el próximo presidente de la República Oriental del Uruguay, luego de obtener alrededor de 30 mil sufragios más que Daniel Martínez, el candidato del hasta ahora oficialista Frente Amplio en el balotaje realizado este domingo, que fue el más parejo de la historia uruguaya.
La Corte Electoral, cuando se llevaba escrutado el 95% de los votos, anunció públicamente que el domingo terminaría sin un ganador oficial, ya que la diferencia de sufragios obtenida por Lacalle Pou es menor a la cantidad de votos observados. De esta manera, habrá que esperar que a partir de este mismo lunes comience el escrutinio definitivo para determinar quién será el presidente de Uruguay en el período 2020-2025. Se calcula que el escrutinio definitivo estaría terminado el jueves o viernes próximos.
Con 96,9% del escrutinio completado, Lacalle Pou aventajaba al oficialista Daniel Martínez por 31.468 sufragios de diferencia, una cantidad inferior a los 35.204 votos observados, que la autoridad electoral resolverá mañana. Lacalle sumaba 1.169.630 votos, equivalentes a 48,8% de los sufragios totales, contra 1.138.162 (47,5%) de Martínez,del Frente Amplio (FA) gobernante, según los datos oficiales.
Luis Alberto Alejandro Aparicio Lacalle Pou es hijo del ex presidente uruguayo (1990-1995) Luis Alberto Lacalle de Herrera.
Lacalle Pou fue presidente de la Cámara de Representantes de Uruguay en el período 2011-2012. Y fue senador nacional desde 2015 hasta 2019.
De 46 años, Lacalle Pou lleva en su ADN la política. A los 24 años decidió que no le interesaba ejercer la abogacía y le anunció a su entorno que iba a seguir los pasos de su padre, el ex mandatario Luis Alberto Lacalle de Herrera (1990-1995) y de su madre, la ex senadora Julia Pou. Lacalle Pou es además bisnieto de Luis Alberto de Herrera, de cuyo apellido nació la denominación «herrerismo» como movimiento político.
Cuando tomó esa decisión sabía que lo acompañarían las sombras de la gestión de su padre. Ya en 1995, a pocos meses de haber dejado el poder, comenzaron a producirse innumerables denuncias de corrupción contra jerarcas blancos e incluso contra el propio Lacalle y su esposa. Una de las más significativas tenía que ver con la venta del Banco Pan de Azúcar. «La embestida la vivimos como familia, unidos, sabedores de que nunca habíamos tenido una conducta desviada», dijo Luis Lacalle Pou en el libro Un rebelde camino a la presidencia.
En febrero de 2002, a los 26 años, Luis Lacalle Pou asumió su banca en Diputados. Así comenzó su carrera. Fue reelecto en la cámara baja hasta 2015, cuando se instaló en el Senado hasta que renunció para dedicarse a esta campaña. En los 15 años de gobierno del Frente Amplio no votó ninguna de las leyes de la agenda de derechos: aborto legal, matrimonio igualitario, regulación del cannabis, ley de jornada laboral del peón rural, ley para empleadas domésticas, ley integral para personas trans.
Se define muy creyente y contrario al aborto. «Voté en contra todas las veces y creo que hay que trabajar para que no se produzca más abortos», afirmó Lacalle Pou en una entrevista con EFE. El abogado recibido en la Universidad Católica, que antes estudió en el British School, dijo que si pudiera volver el tiempo atrás daría su apoyo al matrimonio igualitario.
Ante la sorpresa de muchos, en las elecciones internas de 2014 venció al precandidato favorito, Jorge Larrañaga, y se presentó como el candidato al Partido Nacional en los comicios.
Sin embargo, la novedad del joven candidato y su eslogan de innovar «por la positiva» no fueron suficientes para superar en las elecciones a Tabaré Vázquez, que sin problemas venció en la segunda vuelta y llegó a su segundo mandato (2015-2020). Pese a que Lacalle Pou definió esa derrota como el golpe político más duro de su vida, volvió a insistir y ahora se presenta como la alternativa del cambio. A diferencia de la vez anterior, llega a la segunda vuelta con ventaja sobre su rival Daniel Martínez.
En la actualidad vive en el barrio privado La Tahona, ubicado en el departamento de Canelones (sureste), junto a su esposa Lorena Ponce de León y sus tres hijos, Luis Alberto, Manuel y Violeta.
Seguidor del club Nacional, uno de los dos grandes del fútbol uruguayo, y católico practicante, si se erige en mandatario será el más joven desde el regreso de la democracia tras la dictadura cívico-militar en Uruguay (1973-1985) y uno de los de menor edad de la historia en un país cuya tradición política suele ser dominada por veteranos.
Luis Lacalle Pou es el segundo de tres hermanos. Tenía 16 años cuando su padre se convirtió en presidente por el Partido Nacional, al que hoy lidera.
Diputado entre 2000 y 2015, y senador desde 2015 hasta que renunció a su banca para dedicarse a esta campaña, es amante del mar y la naturaleza, y a veces se define como un biólogo «frustrado».
Casado y padre de tres hijos, Lacalle Pou busca por segunda vez la Presidencia tras caer en la segunda vuelta de las elecciones de 2014 ante el actual mandatario, Tabaré Vázquez, del izquierdista Frente Amplio.
En su programa de gobierno plantea reducir el gasto del Estado para superar el déficit fiscal de 4,9% del PIB que arrastra el país. Entre otras medidas criticadas por el oficialismo, propone reducir la reposición de vacantes en el sector público para bajar erogaciones.
A diferencia de su contrincante, Lacalle Pou prometió durante su campaña que no subirá impuestos porque hay que «aflojarle la cincha» al que produce.
Balotaje en Uruguay: arrancaron los comicios que definen al nuevo presidente
Buena elección del Frente Amplio
“Hay que esperar, pero queda claro en esta elección que el que sea electo presidente tendrá la tarea histórica de buscar los entendimientos que nos permitan pensar en un solo Uruguay y gobernar para la gente. Tal como decíamos, quedó demostrado que no alcanzaba con acuerdos políticos firmados entre cuatro paredes porque el pueblo uruguayo es inteligente y no está dispuesto a perder los derechos obtenidos durante todos estos años. Recién me mandaron un mensaje que quiero compartir con todos: intentaron enterrarnos, pero lo que no sabían es que somos semillas”, dijo Daniel Martínez, con tono optimista por la gran elección realizada, ante miles de manifestantes del Frente Amplio.
Uruguay deberá esperar: decidirá en balotaje su próximo presidente
Fuentes: Tiempo Argentino y Página/12