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Uruguay puso en marcha su ensayo de venta de cannabis legal

En las primeras horas del martes, el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) publicó la lista de farmacias adheridas al sistema, un total de 16 en todo el país. Pocos minutos después de las 8, comenzaron a formarse colas de personas, en una jornada que para salir a la calle hubo que desafiar temperaturas bajas.

Uruguay comenzó a vender en farmacias marihuana producida bajo control del Estado, un sistema que se aplica por primera vez en el mundo y que apunta a cambiar la política antinarcóticos prohibicionista.

En las primeras horas del martes, el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) publicó la lista de farmacias adheridas al sistema, un total de 16 en todo el país. Pocos minutos después de las 8, comenzaron a formarse colas de personas, en una jornada que para salir a la calle hubo que desafiar temperaturas bajas.

En una farmacia de la Ciudad Vieja de Montevideo, en el centro de la ciudad, compradores hacían fila para adquirir cogollos de marihuana, por primera vez de forma legal, sin recurrir al circuito ilegal o arriesgándose con plantas furtivas. La fila salía del local y se extendía por la vereda.

«Fumo desde los 14 años. Vamos a probar», confió un hombre de 37 años que no quiso identificarse y pidió no ser fotografiado o filmado. Al igual que el comprador, la farmacéutica responsable del lugar evitó dar su identidad y se limitó a declarar que la venta de cannabis con fines recreativos es «apenas un servicio» y dijo que espera que no afecte su negocio.

Una mujer de más de 50 años advertía: «Si es berreta sigo comprando a la mafia. Vamos a ver cómo es».

Si bien en un comienzo los farmacéuticos estaban interesados en convertirse en puntos de venta, al tiempo fueron desandando ese camino. Esgrimieron razones de seguridad primero y de rentabilidad después, por considerar que el registro de usuarios tiene una baja cantidad de potenciales compradores. En Montevideo, donde vive la mitad de la población, existen apenas cuatro puntos de venta.

Para el sociólogo Martín Collazo, que integra Monitor Cannabis, un equipo universitario multidisciplinario que investiga sobre la regulación en Uruguay, la alta afluencia de público en este primer día «muestra que un número relevante de usuarios esperaba con ansiedad este momento para dejar de abastecerse en el mercado negro». El equipo estima en unas 160.000 las personas que consumen marihuana en este país de 3,4 millones de habitantes, de las cuales unas 60.000 lo hacen de forma frecuente. Basado en estudios específicos, Collazo explicó que de 20.000 a 30.000 personas más «podrían inscribirse (para comprar cannabis en farmacias) si el sistema satisface sus expectativas». Hasta ahora, unos 5.000 usuarios se anotaron para comprar cogollos de marihuana a través de este sistema de registro lanzado a inicios de mayo. El gobierno no logró acuerdos con grandes cadenas de distribución, y el número de puntos de venta no alcanza a cubrir todo el territorio.

Por la mañana, algunas farmacias no adheridas al sistema exhibían carteles en sus vitrinas señalando que no venden marihuana. “Papá, ¿qué vas a hacer? ¿Nos vas a vender droga?”, le preguntaron dos adolescentes a su padre, un farmacéutico de Florida que “toda la vida” les dijo a sus hijos que “la droga es mala”. El farmacéutico citó esa anécdota al matutino La Diaria para ejemplificar que “hay algo filosófico” en su negativa a expender cannabis en su comercio.

Se agotó en cuatro farmacias de Montevideo

El ritmo de venta de marihuana en las cuatro farmacias capitalinas habilitadas para hacerlo se mantuvo durante las primeras horas de la tarde del martes.

Sin embargo, fuentes de la Junta Nacional de Drogas dijeron a un matutino uruguayo que a las 15.30 de la tarde en dos de las farmacias ya se había agotado el stock de marihuana, por lo que los propietarios ya habían realizado nuevos pedidos.

 

Al menos los dos primeros compradores se quedaron con las ganas, porque el sistema no funcionó, informó el programa Adelantate de Radio Cero. Una falla en el lector de la huella digital no permitió reconocer la identidad de las personas y el intento quedó trunco.

Marihuana estatal

La marihuana de uso recreativo, producida por dos empresas privadas en terrenos bajo vigilancia oficial y sometidas a un monitoreo de calidad, se vende al público en envases blancos y azules que contienen cinco gramos de la droga. Existen dos variedades del producto vendidas en envoltorios sellados: «Alfa I» y «Beta I», correspondientes a las variedades Índica y Sativa de la planta. De acuerdo con la ley, los compradores podrán hacerse de un máximo de 40 gramos mensuales de cannabis para uso recreativo, a razón de 10 gramos por semana. El precio de venta al público fijado por el gobierno es de unos 1,30 dólares el gramo. Los clientes registrados para comprar marihuana en farmacias lo hacen a través de un sistema que lee sus huellas digitales y les permite adquirir la droga para uso personal sin mostrar identificación en el local. Collazo explicó que en 2014 el mercado total de consumo de marihuana en Uruguay alcanzó los 34 millones de toneladas, el equivalente a unos 44 millones de dólares.

El final de un proceso

La venta de marihuana en farmacias es el final de un largo proceso para implementar la ley de Regulación del Cannabis aprobada en 2013, que estuvo cargado de polémicas y retrasos. La norma, que se puso en marcha en tres etapas, es presentada como una estrategia de lucha contra las drogas introducidas ilegalmente al país, y habilita tres mecanismos para acceder al cannabis de uso recreativo: el autocultivo en hogares, el cultivo cooperativo en clubes y la compra de marihuana estatal previo registro del consumidor. Solo ciudadanos uruguayos o residentes legales en el país pueden comprar la hierba en farmacias, lo que elimina la posibilidad de venta a turistas. Según cifras oficiales, hay 63 clubes de producción en funcionamiento, 6.948 autocultivadores y 4.959 consumidores en farmacias registrados oficialmente.

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