En un comunicado difundido hoy, el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, condenó en nombre de su Gobierno estas «incendiarias» declaraciones que, en su opinión, no solo son «profundamente ofensivas», sino una «provocación» que daña el proceso de paz.
Además el portavoz recordó que es el propio Gobierno israelí se ha desmarcado de estas afirmaciones y mostró su confianza en la reanudación de las negociaciones directas que mantendrán israelíes y palestinos en la siguiente semana en Washington.
Horas antes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, emitió un comunicado para decir que estas declaraciones «no representan ni las posturas del primer ministro ni las del Gobierno de Israel».
En el comunicado, el primer ministro evitaba condenar las declaraciones del rabino, probablemente para evitar una crisis con el tercer socio más numeroso de su Gobierno.
Por su parte, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) criticó duramente al conocido guía espiritual, al asegurar que Yosef, de 89 años, llamaba a un «genocidio contra los palestinos».