Este viernes comenzó un juicio oral y público contra un hombre acusado de participar en el crimen de una persona a la que balearon para robarle la moto. El hecho tuvo lugar en barrio San Francisquito a fines de 2013 cuando la víctima volvía a su casa. Carlos Gregorio Gaitán se dio cuenta de que lo seguían e intentó escapar, pero fue baleado en la espalda. Malherido, condujo unos metros hasta que cayó frente a su casa. A pesar de los esfuerzos murió rumbo al hospital. Por el crimen un adolescente, acusado de apretar el gatillo, fue condenado en la Justicia de menores. Ahora es el turno de su cómplice.
El fiscal Gonzalo Fernández Bussy pidió prisión perpetua para el acusado señalado como la persona que condujo la moto que se utilizó en el hecho y participó en el robo de las pertenencias de la víctima. Su defensa pregonó su inocencia y habló de una investigación irregular. Ahora, los planteos iniciales deberán probarse a lo largo del debate que es presidido por los jueces Mariano Aliau, Hebe Marcogliese y Juan Andrés Donnola.
Gaitán tenía 52 años. El fiscal lo describió como un hombre de familia, un trabajador. Tenía una Honda Titán gris que utilizaba para movilizarse y trasladar sus herramientas. Entre la medianoche del 30 de diciembre y los primeros minutos del último día de 2013 volvía a su casa, en barrio San Francisquito, por calle Dean Funes hacia el oeste cuando se dio cuenta que otra moto con dos ocupantes lo seguía.
Gaitán dobló en contramano al llegar a calle Alsina. La moto que los seguía hizo lo mismo y el acompañante sacó un arma y le disparó. Un proyectil entró por la parte superior izquierda de la espalda de Gaitán. La víctima continuó la marcha como pudo y a los metros cayó sobre un montículo de tierra frente a su casa.
Los ladrones se llevaron la moto de la víctima. Para escapar hicieron el mismo camino y pasaron frente a un grupo de personas. El menor de ellos, que iba en la moto de Gaitán, les dijo “no batan la cana”. Unas 6 o 7 cuadras más adelante, en Amazonas al 3100, la policía encontró la Honda Titan tirada en la cinta asfáltica con el manubrio trabado.
Mientras Gaitán agonizaba frente a su casa su hermano, que en ese entonces era miembro de las fuerzas de seguridad, llamó al 911. Personal del Comando Radioeléctrico llegó y terminó trasladando la víctima hasta el Heca, porque la ambulancia no llegaba. Pero Gaitán llegó sin vida.
Por el caso dos personas fueron detenidas. Un adolescente que fue sometido a un proceso penal en la Justicia de menores y fue condenado por gatillar el arma que mato a Gaitán. El otro es César David Cosenza, un hombre que este viernes empezó a ser enjuiciado por el crimen.
Para el fiscal es la persona que condujo la moto en la que iba el menor que disparó contra Gaitán y luego de perpetrar el robo escapó junto a su compinche, uno en cada motocicleta. Para Fernández Bussy, es un partícipe necesario del delito de homicidio crimina causa –es decir la comisión de un delito para encubrir otro– y solicitó la pena de prisión perpetua.
A su vez, los defensores del acusado, Mariano Scaglia y Hernán Tasada, pregonaron la inocencia de su cliente.
Explicaron que si bien hay un menor condenado, ese proceso tuvo un derrotero: en primera instancia fue absuelto. Esa decisión fue revocada por la Cámara Penal y aún se discute un recurso en la Corte Suprema de Justicia. A lo que sumaron que más allá de ello no son las mismas circunstancias que envuelven a su cliente. También hablaron de deficiencia probatoria e irregularidades en la investigación. Planteos que las ambas partes deberán desarrollar a lo largo del debate presidido por un tribunal pluripersonal que decidirá en el caso.