La notificación de cesantía de 15 trabajadores del vacunatorio de la Ex Rural reveló una compleja situación de 2 años de absoluta precariedad laboral. Tras un periplo que comenzó el pasado lunes con una reunión en el Concejo Municipal con los ediles referentes de la comisión de salud, los en esa reunión presentes fueron notificados de que 15 de sus compañeros serían cesanteados.
Ante esta situación, cinco de los trabajadores autoconvocados fueron citados por el Ministerio de Salud para tener una reunión cuyo motivo no fue expresado. Leales al llamado, se hicieron presentes este viernes, acompañados por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y referentes políticos locales pero se encontraron con las puertas cerradas y sin ningún tipo de respuesta más que un mensaje de suspensión indefinida de dicha reunión.
El lunes 12 de diciembre, cinco de los vacunadores en situación de precarización se reunieron con la comisión de salud de la legislatura municipal, para solicitar asistencia y dar cuneta de la situación vivida por los profesionales sanitarios. Esas mismas personas recibieron ese mismo día un mensaje donde eran notificados de que 15 compañeros suyos serían cesanteados de sus responsabilidades en el vacunatorio a partir del 31 de diciembre, y una convocatoria por parte del Ministerio de Salud a entablar una reunión el viernes 16 a las 9 de la mañana, sin especificar el motivo de la reunión. Este último detalle fue el que los alentó a no ir solos a la sede local del ministerio, en Rioja y Laprida. La situación afecta a un universo de 130 trabajadores.
Silvia Perals es una trabajadora autoconvocada del vacunatorio Ex Rural y una de los vacunadores que se manifestaron este viernes en la puerta del Ministerio, en reclamo de continuidad y seguridad laboral, y la actualización de los sueldos. Ella habló con El Ciudadano y confesó que “vivimos una situación de precariedad desde hace dos años, pero nunca habíamos reclamado por temor a represalias por parte del Estado”, debido a lo frágil de su vínculo laboral con el Estado provincial. O más específicamente al Hospital Provincial, ente al cual le factura como monotributista desde marzo del año pasado.
Las puertas cerradas del Ministerio de Salud es la peor respuesta para 300 personas que pusieron todo cuando trabajaron los vacunatorios rosarinos y que ahora enfrentan quedarse sin empleo. El gobierno provincial sufre de la terrible enfermedad que es la indiferencia. pic.twitter.com/T7cH2jWgpK
— Carlos del Frade (@delfradecarlos) December 16, 2022
Perals comenzó a trabajar en el vacunatorio en marzo de 2021, cobrando $1500 la jornanda trabajada. En junio de ese año, se le agregaron dos horas de jornada, pasando a cobrar $2 mil pesos. Al día de hoy, los vacunadores facturan un promedio de 40 mil pesos por mes. Ella relató que, a fin de año, en lugar de darles un aumento del 22% prometido al sector de salud, si bien las horas de trabajo se redujeron, la remuneración sólo subió un 7%. “Teníamos miedo”, contó la vacunadora, dado que “desde el Ministerio nos contestaban que no era necesario que continuáramos con nuestra tarea si no nos sentíamos cómodos”.
Acompañados por la Asociación de Trabajadores del Estado delegación Rosario (ATE Rosario) y por el diputado provincial Carlos Del Frade, los trabajadores se presentaron ante las puertas del ministerio, pero la reunión había sido reprogramada por las mismas autoridades de la cartera sin mayores explicaciones. Sin mayores respuestas, los trabajadores no tienen noción de lo que sucederá con sus compañeros.
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