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Vale desde lo anímico

El uruguayo Bava fue la figura, también se destacó el orden colectivo. Eso sí, no tuvo ideas para crear.

central

El punto sirve. Mucho más si se tiene en cuenta que se trató de un equipo de juveniles y que enfrente estaba Vélez, con sus titulares y uno de los mejores planteles del fútbol argentino. Para Central valía por el orgullo de no perder en casa, para Vélez sirvió porque Lanús cayó en Avellaneda y entonces logró clasificarse para la Copa Sudamericana. De fútbol hubo poco, lo mejor lo entregó Vélez y fue durante el primer tiempo, pero la firmeza de Jorge Bava le impidió volverse a Buenos Aires con una victoria.

De Central queda destacar el compromiso de los pibes por luchar el partido en cada rincón del campo de juego, aunque su gente, la de siempre, estaba en otra cosa. All Boys es el próximo objetivo y todos pensaban en el albo y sus chances en lugar de atender lo que hacían sus jóvenes jugadores. En cancha, Vélez que siempre entregó la sensación de  jugar a media máquina nunca fue profundo. Parecía que lo iba a conseguir en cualquier acción, pero no la misma nunca llegó. Porque Bava estuvo muy bien y porque Silva peleó mucho más que lo que jugó.

De Central queda destacar una característica, que ya es marca registrada en la era Madelón, el orden con que se movieron sin dejar espacios libre. Y esa simpleza terminó complicando a Vélez, nunca estuvo cómodo Maxi Moralez, a Silva le faltó comodidad para definir y Zapata chocó cada vez que fue.

El segundo tiempo no tuvo tantas chances para la visita, aunque siguió dominando las acciones pero ya no molestó tanto al uruguayo Bava. Sabía que Lanús no podía con Independiente, y no era necesario arriesgar demasiado. Eso sí, Central no dispuso de ninguna acción de peligro neto. Por eso, a quince del final se encaminaron hacia un seguro empate.

Entre los puntos favorables quedaron la vigencia de Bava que debutó casi en el final de su contrato con Central, pero mostró que fue una buena incorporación porque es confiable. Cuando llegó Galíndez (de muy buen torneo) generaba muchas dudas. Burdisso jugó 45 minutos y dejó ver la solidez de siempre, estaba estipulado que solo jugaría un tiempo, es fija para el miércoles en Floresta.

En el debe, Jonatan Gómez no encuentra su lugar, ahora jugó suelto y sin compromisos, y nada pudo lograr. Astudillo está fuera de distancia, no justifica su presencia ni siquiera como suplente. La falta de fútbol fue alarmante, ese en definitiva es el punto a mejorar.

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