Moolec Science, empresa de origen argentino controlada por el grupo Bioceres, comenzó a desembarcar en Wall Street. A partir de este martes empezó a cotizar en el mercado de capitales. La biotech ingresó al índice Nasdaq y se identifica con los símbolos de cotización «MLEC» y «MLECW».
«Estamos muy orgullosos de que nuestro equipo haya conseguido que Moolec cotice en una de las bolsas tecnológicas más prestigiosas sin descuidar nuestra ciencia y nuestras operaciones. Moolec se convertirá en la primera empresa de tecnología alimentaria basada en la agricultura molecular que cotiza en mercados públicos, lo que pone aún más de relieve nuestra condición de creadores de categoría. Este es un paso más hacia la construcción de un sistema alimentario más resistente y sostenible, utilizando la ciencia en la alimentación para establecer un futuro mejor», manifestó el rosarino Gastón Paladini, director y cofundador de Moolec Science.
La compañía tocará la campana de cierre en Nasdaq en la ciudad de Nueva York el próximo 17 de enero para celebrar el ingreso al mercado de capitales.
Además de ser el accionista mayoritario, Bioceres también es accionista de Moolec vía Bioceres Crop Solutions, que tiene un 5,7% de las acciones de Moolec.
El grupo
Bioceres integra el grupo Bioceres Crop Solutions (Biox), donde participan capitales argentinos. Está formado en un 50% por Bioceres, donde confluyen unos 300 productores agropecuarios y empresarios reconocidos como Hugo Sigman y Gustavo Grobocopatel. El otro 50% está en manos del mercado.
Hace unos meses, el grupo se quedó con una empresa de productos de bionutrición y cuidado de las semillas para el agro en los Estados Unidos a cambio de u$s243 millones. Se trata de la compañía Marrone Bio Innovations, de Davis, California.
Bioceres es la desarrolladora de productos como el trigo y la soja tolerante a sequía nacida en la Argentina.
La empresa
Ahora bien, ¿Qué hace concretamente Moolec? Utiliza plantas genéticamente modificadas para transformarlas en proteína animal. Hasta ahora ha creado dos productos: la quimosina, que es una proteína utilizada en la elaboración de queso, y el aceite nutricional ácido gamma-linoleico. Tiene en marcha la creación de una cartera de productos más amplia destinada a cumplir con lo que Moolec considera su misión: “Mejorar el sabor, la nutrición y el acceso a las proteínas alternativas mientras se construye un sistema alimentario mundial más sostenible y equitativo”.
En una conferencia reciente, Paladini señaló por qué cree que la visión de su compañía es tan importante: “Creo que necesitamos encontrar soluciones alternativas para producir proteínas animales. No estoy en contra de la industria tradicional, por supuesto, por el lugar de dónde vengo. Y también creo que necesitamos colaborar con jugadores ya establecidos”.
Su propósito, explicó, es aprovechar el poder de las plantas cultivables en climas variados y dotadas de la capacidad natural de crear una gran cantidad de proteínas. “De hecho, estamos demostrando que podemos alinear estas proteínas con el costo de los productos básicos y la estructura de las plantas”, dijo Paladini.
La historia de Paladini
Como bien se sabe, el apellido Paladini está más que ligado al mundo de los negocios, sobre todo en el gran Rosario. El emprendedor integra la cuarta generación de la familia dedicada a la producción de chacinados desde hace casi un siglo en el sur de Rosario y Villa Gobernador Gálvez. Con su conocimiento de la industria de la carne tradicional, por haber sido director del Grupo Paladini, comenzó a explorar el ecosistema de las proteínas alternativas. Y así fundo Moolec.
Paladini cuenta con un MBA del IAE de la Universidad Austral y es Licenciado en Publicidad por la Universidad de Palermo. Antes de trabajar en la empresa familiar se desempeñó como publicista en agencias de renombre, como Craverolanis o Agulla & Baccetti.