El alero rosarino Valentín Garello jugará en la Serie C Gold de Italia en Sport Gravina, elenco de Sicilia en el que hará su presentación en el básquet italiano. Garello tuvo en las últimas temporadas un más que interesante paso por las categorías de ascenso de Argentina tras su vinculación con las divisiones formativas Boca. En este trayecto se confirmó como un jugador polivalente con buen tiro exterior y capacidad para atacar el aro.
“El equipo está en una ciudad que se llama Catania en la región de Sicilia. Me hablaron maravillas de la ciudad y eso me ayudó un poco a decidir. Otra cosa que me ayudó es que esta mi hermano allá cerca (Vicente jugará en España), y en una de esas lo puedo ir a visitar o pasar las fiestas juntos”, explicó Valentín, uno más de la dinastía basquetbolera familiar que encabeza el Gringo Javier.
“Sin embargo la decisión no fue fácil, sé que voy a extrañar Argentina, Rosario, el río. Y si bien voy a competir y a ganarme un lugar, también lo tomo como una aventura más, espero disfrutar y conocer”, se sinceró el rosarino, atravesando esos momentos de nostalgia entre tomar la determinación y emprender el viaje.
Valentín viaja preparado con la ilusión de una pronta competencia si la situación sanitaria lo permite: “Con la gente del club hablé lo justo por el hecho del idioma, así que todavía no puedo contar mucho, pero el entrenador me dijo que vaya bien entrenado, que pronto arranca el torneo”.
Mientras en Italia el sitio del club y las páginas de la zona recalcan la llegada del rosarino, en casa la situación no parece estar tan calma. Aunque los “chicos” hace rato que juegan lejos de casa, tener que cruzar el océano para visitarlos no hace sencilla la situación.
Valentín sabe que la procesión va por dentro: “En casa, mis viejos están tranquilos, los veo contentos, pero sé que ellos sufren y no quieren que los veamos mal, jaja. Imaginá el lío que fue siempre mi casa con nosotros y el silencio que les queda ahora. Pero es parte de la vida y de algún modo están un poco acostumbrados, porque con mi hermano ya estamos dando vueltas hace un tiempo”.
Y hay algo que no perderá a pesar de la distancia: “Obviamente que para sentirme más cerca me llevo la remera de Central”.
Como hace ya un par de décadas, será una de las temporadas con mayor cantidad de jugadores partiendo hacia el exterior, en este caso con numerosos rosarinos que se suman a los que desde hace un tiempo se desempeñan en Europa y en otras competencias de América. Crecer en el básquet, pero también apostar a experiencias de vida es su anhelo.
