Miembros de la Fundación Indígena Camiar y de la Asamblea Paravachasca realizaron un recorrido por el segundo tramo de la obra ruta alternativa 5, en la localidad de Dique Chico, ya que se habría conocido que en las inmediaciones del Río Anisacate, donde lleva adelante sus actividades la empresa Astori S.A., se habrían encontrado restos de alto valor de conservación arqueológico.
“Además del desastre ambiental, se viene observando la desvalorización de la existencia de patrimonio cultural y arqueológico en la zona, desconociendo la historia y preexistencia de comunidades originarias en el valle. Es el Estado quien debe controlar y solicitar el cese de las actividades hasta tanto no se realicen los trabajos arqueológicos correspondientes. Sin embargo, las máquinas de la empresa continúan con sus actividades“, indicaron a través de un comunicado ambas agrupaciones.
Y denunciaron que “situaciones como éstas suceden no sólo en el valle de Paravachasca, sino en todos los territorios donde se llevan adelante obras de infraestructura o actividades vinculadas a negocios mineros, agro sojeros y/o inmobiliarios, todas sostenidas por un sistema extractivista bajo un modelo político- económico- territorial de saqueo y expoliación de nuestros bienes comunes”.
“El atropello y la destrucción del patrimonio natural y cultural, el amedrentamiento a quienes defienden su espacio vital, la criminalización de la protesta, las imputaciones y la militarización de los territorios, forman parte de las lógicas con las que el gobierno decide llevar adelante el ‘desarrollo y el progreso'”, añadieron.
Finalmente los vecinos y vecinas, organizaciones y asambleas exigieron “el cese inmediato de las actividades”, solicitaron “la presencia de los organismos encargados de velar por la protección del patrimonio arqueológico” y reclamaron “que se acabe la violencia colonial a los territorios sagrados y las identidades ancestrales”.
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