El presidente Mauricio Macri instó este jueves a funcionarios y militantes de Juntos por el Cambio a «dar pelea» y «a ganar» las próximas elecciones generales de octubre, luego de la derrota sufrida en las primarias del último domingo, y sostuvo que lo lindo de las adversidades «es vencerlas».
Macri realizó estas declaraciones en la reunión de gabinete ampliado que se realizó a media mañana en el CCK, en un encuentro marcado por un fuerte llamado a la «humildad» y a «salir al barro» para reconquistar el voto perdido.
Allí, el presidente arengó a su tropa y les pidió un esfuerzo más porque, dijo, «esta oportunidad los argentinos no la podemos perder».
«Este es el único país del mundo donde el sistema institucional transforma una elección interna en un presidente virtual. Pero acá está el presidente real, que soy yo, y voy a tomar decisiones», sostuvo Macri, cuya fuerza cayó por 15 puntos ante la fórmula del kirchnerismo en las Paso del domingo 11 de agosto.
Ante un auditorio de más de un millar de funcionarios nacionales, bonaerenses y porteños, Macri aseguró: «Vamos a ganar, vamos a dar la pelea».
«He tenido muchas adversidades, me ha costado. Pero lo lindo es vencerlas», agregó el jefe de estado, según lo revelado a Télam por fuentes presentes en el encuentro, cerrado a la prensa.
En otro tramo de su discurso, el Presidente dijo a la audiencia que uno de los errores fue no comprender la angustia de la gente por la situación económica y sostuvo que atravesar esta coyuntura, fue como «subir al Aconcagua» para muchos.
«Mi enojo no era con la gente, sino conmigo mismo», aclaró sobre la conferencia de prensa posterior a las PASO, cuando culpó a los votos del kirchnerismo por la reacción adversa de los mercados esta semana.
Y, en tono autocrítico, se planteó: «¿Qué pude haber hecho para que tantos argentinos que nos acompañaron en 2015 nos siguieran acompañando?».
«Se ve que no encontramos la manera de que no golpee tanto y sabemos que golpeó», dijo sobre la crisis económica que marcó el año pasado y parte de este.
También hablaron en la reunión la vicepresidenta Gabriela Michetti, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, que fue aplaudida de pie, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aunque los más críticos fueron los jefes de los bloques parlamentarios del Congreso, los radicales Mario Negri (Diputados) y Luis Naidenoff (Senado).
«La gente no se equivoca cuando vota, en todo caso nos equivocamos nosotros», afirmó Vidal, también en tono autocrítico.
Tras recordar que «nadie tiene la verdad revelada», Vidal sostuvo que para ella «gobernar es cuidar a la gente» y consideró que «no tiene ningún sentido enojarse con el voto de la gente», ni con «el trabajo que hizo o dejó de hacer» algún militante o fiscal.
Por su parte, el senador Naidenoff fue uno de los que más insistió en que era momento de «ir y pisar el barro» (un concepto que repitieron varios) en referencia a la necesidad de recorrer la calle para recuperar a los votantes perdidos.
El otro orador destacado fue el compañero de Macri en la fórmula presidencial, el senador peronista Miguel Ángel Pichetto, quien consideró que «acá no empezó ninguna transición» sino que hay un «momento político es el de la lucha por el poder».
«El presidente está en control del gobierno nacional y la lucha es para que haya ballottage», sintetizó Pichetto, que llamó a Macri un «demócrata», y lo felicitó por «tomar nota» del resultado electoral y obrar en consecuencia.
La diputada Elisa Carrió, socia fundadora del frente gobernante, pidió defender al jefe de Gabinete, Marcos Peña, de las críticas en su contra, y dijo que vio a muchos candidatos del interior del país «en soledad» durante la campaña.
«Hay que aceptar el resultado pero tengo la certeza de que ganamos en octubre», aseguró la diputada.
En la mayoría de los discursos hubo algunos tramos de tono intimista y otros de decidida arenga apuntando a que las elecciones del 27 de octubre, al sostener que hay chances para Juntos por el Cambio de ganar en octubre o en una segunda vuelta, en noviembre.