La llegada de Carlos Bacca al Parque no parece una locura, pero para concretar esta empresa la Lepra deberá hacer un esfuerzo importante desde lo económico, lo que implicaría resignar dinero para conseguir otros refuerzos.
Más allá del interés manifestado por el delantero en los últimos días, donde confirmó su deseo de llegar al Parque, el principal impedimento sigue siendo que Junior de Barranquilla lo quiere vender y pretende 2,5 millones de dólares limpios.
“Con Newell’s está todo acordado, espero que se concrete porque tengo muchas ganas de jugar en Argentina”, señaló ayer Bacca, en coincidencia de sus declaraciones del día anterior. Pero nada es tan sencillo como parece.
Newell’s ya hizo una oferta a Junior por un porcentaje del pase del atacante y la dirigencia cafetera la creyó insuficiente. El club que es dueño del 80 por ciento de los derechos económicos (el 20 restante lo tiene el representante Helmut Wennin) aspira a conseguir una cifra cercana a los dos millones y medio de dólares libres de impuestos, lo que llevaría la negociación a unos 3 millones y medio, inalcanzables para la Lepra.
De todas maneras la posibilidad de recurrir a un grupo inversor permite que la dirigencia aún no se resigne. En el Parque creen que si acercan una oferta cercana a los dos millones de dólares por una parte del pase, la entidad colombiana aceptaría.
Para llegar a esta cifra la Lepra debería aportar gran parte de su presupuesto fútbol y el grupo inversor el resto. Obviamente cualquier negociación de este tipo deberá pasar antes por el órgano fiduciario y la Justicia, que en principio ya adelantaron que aceptarán aportes externos, siempre la operación sea clara y conveniente y Newell’s tengo parte del pase del futbolista.
Ahora todo dependerá de Javier Torrente y la propia dirigencia. Si el técnico considera fundamental la llegada de Carlos Bacca, deberá resignar algunos nombres que hoy pretende para otros puestos y conformarse con aquellos refuerzos que acepten llegar a préstamo.