Leonel Vangioni hizo lo imposible para jugar. Aceleró los tiempos de recuperación después de la fractura en la clavícula en busca de darle una mano al equipo y conseguir esa victoria que tanto se niega. Pero nada cambió. Fue 0-1 ante Tigre y otra vez decepción. Y el Piri se fue con bronca, aunque dio la cara. “La derrota deprime”, comentó.
—Once partidos sin ganar, ¿hay alguna explicación?
—Es raro lo que nos pasa. Erramos goles y nos llegan una vez y nos convierten. Teníamos un partido controlado y de golpe estábamos abajo. Da mucha impotencia. Sinceramente me voy muy triste. No hay demasiadas palabras. Ahora no queda otra que ganarle a San Lorenzo.
—¿Da bronca perder un partido donde el rival apenas llegó una vez?
—Sabíamos que la pelota parada podía ser el principal argumento de Tigre y así y todo no pudimos marcar bien y llegó el gol. Seguimos teniendo problemas con el tema pelota parada. Y en este momento que estamos atravesando cada gol que nos hacen nos pega muy fuerte.
—¿Qué análisis se puede hacer de este momento tan complicado?
—Acá no hay mucho para pensar. Yo me voy muy mal y mis compañeros también. Antes del partido estaba contento por la vuelta, pero me fui hecho mierda. Ojalá nos demos cuenta que el próximo partido debemos ganarlo y dejar la vida en la cancha.
—¿El cambio lo pediste vos o fue una decisión del entrenador?
—Fue una decisión del técnico. Seguramente me vio cansado. Él sabía que iba a dar hasta lo que pudiera y tal vez entendió que no había que arriesgar de más. A esa altura ya sentía algo de cansancio y no podía pasar al ataque con tanta insistencia.
—Esta vez el hincha se fue con bronca, pero no expresó su enojo como sucedió con Olimpo. ¿Se sienten en deuda con la gente?
—A la gente no se le puede pedir nada. Demasiado nos acompaña con lo poco que le damos. Estamos en un momento donde el enojo es entendible. Lo que debemos hacer es rompernos el orto dentro de la cancha para tratar de ganar. Si perdés, pero dejás la vida en la cancha el hincha lo entiende. Lo que no acepta es que te dé lo mismo ganar o perder.
—Se probaron muchas fórmulas y nada resulta, ¿cómo se sale de este momento?
—Con huevos, principalmente. En la situación que estamos no podemos regalar nada. Debemos enfocarnos sólo en el próximo partido y entender que la única manera de salir es dar el máximo.
—Hablás de actitud, un punto del cuál mucho no se le puede recriminar al equipo, ¿alcanza con eso?
—No alcanza. Si erramos tantos goles no alcanza, eso ya se vio en muchos partidos. Pero al menos si uno deja todo en la cancha se puede ir a dormir con la conciencia tranquila. Con bronca, con tristeza, pero sin nada que reprocharse.