Vasco Pratolini está considerado uno de los principales escritores de la literatura italiana del siglo XX. Junto a Césare Pavese, Alberto Moravia e Italo Calvino es uno de los puntales la corriente neorrealista de las letras.
Las obras de Pratolini interpelan la sensibilidad de los lectores a partir de historias de mujeres y hombres del pueblo que padecen los avatares de existencias asediadas por las injusticias que emergen de las desigualdades sociales.
Estas antiheroínas y antihéroes no nos permiten permanecer indiferentes, sino tomar claro partido por los humillados y ofendidos por la soberbia e iniquidad de los poderosos.
Breve esbozo biográfico
Vasco Pratolini nació en el seno de una familia proletaria en la ciudad de Florencia el 19 de octubre de 1913.
A los cinco años falleció su madre, en esa época 1918 su padre había sido movilizado para combatir en la Primera Guerra Mundial. Estas circunstancias hicieron que su infancia transcurriera con sus abuelos en una vivienda de Vía del Corno, lugar que como registra una biografía publicada en una enciclopedia se convertiría en la protagonista de una de sus principales novelas. Realizó diversas labores trabajando como vendedor ambulante, camarero de bares y como tipógrafo.
Según afirma uno de sus biógrafos en la enciclopedia libre Wikipedia, Vasco Pratolini tuvo una formación básicamente autodidacta. “Entró en el mundo de las letras gracias a su relación con Elio Vittorini en el periódico Il Bargello. Ávido lector, aprovechó su confinamiento en un hospital (sufrió de tuberculosis) entre 1935 y 1937 para dedicarse a la lectura, la experiencia en el nosocomio quedó registrada en su obra «Taccuino del Convalescente». En 1938 fundó junto a Alfonso Gatto la revista Campo di Marte, que fue cerrada por el gobierno fascista nueve meses después”.
“En 1939 se traslada a Roma, donde ingresa como empleado en el Ministerio de Educación. En 1941 se une afectivamente, y publicó su primer libro «Il tappeto verde». En 1943 participó en la resistencia italiana contra la ocupación alemana con el nombre de Rodolfo Casati, experiencia que relató en la obra «Mi corazón en Puente Milvio» (Il mio cuore a Ponte Milvio). Tras la liberación se instaló en Milán donde trabajó como periodista en La Settimana y dio clases en el Istituto d’Arte”.
Del periodismo al cine
A finalizar la Segunda Guerra Mundial, Pratolini se instala en Nápoles. A allí desarrollará una intensa actividad periodística siendo corresponsal de diversos periódicos como el Milano Sera y especialmente el Paese Sera.
En 1951 retorna a Roma, donde pasa a formar parte del movimiento neorrealista cinematográfico italiano. Realizará así más de una veintena de guiones, entre ellos los de los filmes “Rocco y sus hermanos” (junto a Suso Cecchi d’Amico) dirigida por Luchino Visconti y “Paisá”, dirigida por Roberto Rossellini, entre otros. Además en 1954 y en 1961 el director Valerio Zurlini filmó sus novelas “Crónica familiar” y “Las muchachas de San Frediano”.
En 1964 Pratolini fue nominado al Oscar de la academia de Hollywood por su guión del filme “Cuatro días en Nápoles” de Nanni Loy, con las actuaciones de Regina Bianchi, Pupella Maggio y Gian Maria Volonté.
Mauro Bolognini filmó su novela “Metello” con guión de Suso Cecchi d’Amico y música de Ennio Morricone en 1970. La película, con un marcado sello pratoliniano, tuvo como protagonistas a Massimo Ranieri, Ottavia Piccolo y Lucia Bosè
En sus obras hay sitio para elementos autobiográficos y para la descripción de ambientes y situaciones de las clases más humildes, especialmente de la zona de Florencia. Su estilo es simple y se adapta de ese modo al tema que trata.
Obras
Entre las obras más importantes se cuentan de Vasco Pratolini es posible mencionar: “Crónica familiar” (1947), “Crónicas de pobres amantes” (1947), “Las muchachas de Sanfrediano” (1948), “Metello” (1955), “Alegoría y escarnio” (1966) entre otras.
En “Crónica familiar”, de temática autobiográfica, Pratolini describe la relación afectiva con su hermano. “Se separaron siendo muy pequeños, y a su hermano lo educó un mayordomo que le inculcó una educación muy severa y lo trataba con distancia, a pesar de que sentía cariño por él. Los hermanos se reencuentran al cabo de los años y mantuvieron una estrecha relación afectiva. En el libro, la descripción de la relación afectiva del autor con su hermano y con el resto de sus familiares ocupa un lugar destacado, uniendo elementos de su vida personal con la transformación literaria de los acontecimientos reales”, se lee en Wikipedia.
“Crónicas de pobres amantes” (Cronache di poveri amanti) es una obra magistral del género neorrealista italiano. “Está ambientada entre los años 1925 y 1926 en Via del Corno, típica calle de barrio obrero en Florencia situada entre Palazzo Vecchio y La Santa Croce. A través de las historias de sus humildes habitantes se nos muestran problemas sociales y políticos de la Italia de los primeros años del fascismo. La propia calle, a su vez, se convierte en protagonista, ya que cada acontecimiento que tiene lugar dentro y fuera de ella, es motivo de conversación, rivalidad, preocupación o inquietud”, menciona la enciclopedia libre. Y agrega que con esta obra, Pratolini obtuvo el premio Libero Stampa en 1947, “lo que marcó el inicio de su notoriedad como escritor tanto en Italia como en el extranjero”.
“En «Las muchachas de Sanfrediano» (Le ragazze di Sanfrediano), Pratolini cuenta la historia de un barrio popular de Florencia en el que viven desde hace generaciones una serie de muchachas de coraje y muy decididas. Poco tiempo después de la guerra todas están enamoradas de un antiguo partisano, Bob (apodo que le viene por su parecido al actor de moda en la época, Robert Taylor), un galancete que las trata con displicencia. La novela se centra en la venganza de las bravas muchachas de Sanfrediano, despechadas por la falta de definición sentimental de Bob y su veleidad”.
“«Metello» narra la historia de Metello Salani, un huérfano educado por campesinos que se traslada a Florencia en busca de trabajo. Participa en huelgas y en el movimiento socialista y anarquista italiano desde 1875. Paralelamente se narran las vivencias afectivas del protagonista, quien se casa con la joven Ersilia”.
“La extensa «Alegoría y escarnio» es una especie de introspección del protagonista, que hace un trilogía («Una historia italiana»), con «Metello» (proletariado urbano), y con «Lo scialo» (la pequeña burguesía en tiempos del fascismo). En esta novela prosigue la perspectiva íntima iniciada en La constancia de la razón, para hacer un balance personal proyectado sobre la historia”.
Vasco Pratolini murió en la ciudad de Roma, 12 de enero de 1991. Es uno de los autores insoslayables de letras contemporáneas.