Vasili Grossman fue un escritor y periodista ucraniano que originariamente trabajó como ingeniero hidráulico en la cuenca del Donets hasta la década del 30 del pasado siglo XX.
Pero dejó de lado esas labores para dedicarse a trabajar como periodista y escritor.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), realizó crónicas de las batallas de Moscú, Stalingrado, Kursk y Berlín, las que fueron publicadas en el diario Estrella Roja, vocero del ejército soviético. Además, Grossman es autor de relatos y novelas de intenso realismo. “Su testimonio acerca de los campos de exterminio nazis, escrito tras la liberación de Treblinka, se encuentra entre los primeros documentos escritos acerca del Holocausto contra el pueblo judío y fue utilizado como prueba en los juicios de Núremberg”, destaca uno de sus biógrafos.
Esbozo biográfico
Iósif Solomónovich Grossman nació en Berdychiv, Imperio Ruso, el 12 de diciembre de 1905, aunque se lo conoce popularmente como Vasili Semiónovich Grossman. Su madre era Ekaterina Savélievna, profesora de francés. Su padre, Solomón Iósifovich Grossman, quien ejercía como ingeniero químico.
Tras la separación de sus progenitores, Vasili fue criado por Ekaterina y vivió con ella en la ciudad de Ginebra, Suiza, entre 1912 y 1914. Más tarde cursó sus estudios secundarios en Kiev y se trasladó luego a Moscú para formarse como ingeniero químico en la universidad de esa ciudad. “A partir de 1927, su pasión por la ciencia decae –cuenta uno de sus biógrafos–, creciendo en él el interés en la literatura. Comienza a escribir sus primeros textos, y su ensayo “Berdychiv, tregua de broma” es publicado en la revista Ogoniok en 1928. En 1929 obtiene el título de ingeniero químico y se une afectivamente con Anna Petrovna Matsuk”.
En 1930 nace su hija Ekaterina y Grossman es contratado como ingeniero en una mina de Stálino, en la cuenca del Donbás. Su compañera permanece en Kiev. Durante aquel período, Ucrania es devastada por la hambruna derivada de la política de deskulakización emprendida por el régimen soviético. Grossman permanece allí hasta 1932, cuando al diagnosticársele erróneamente tuberculosis deja Stálino y se instala en Moscú, donde pasa a trabajar en una fábrica de lápices. Se separa de su compañera Anna y comienza a sufrir las consecuencias de las primeras purgas del régimen stalinista: su prima Nadezhda Almaz es detenida en 1933.
Escritos iniciales
La enciclopedia virtual Wikipedia reseña sobre Grossman: “En febrero de 1934 abandona definitivamente su empleo de ingeniero para dedicarse en exclusiva a la escritura. Su primer relato largo, “En la ciudad de Berdychiv”, publicado en 1934 y que muestra la vida de una familia judía pobre, recibe el aplauso de Máximo Gorki, por entonces sumo pontífice de las letras soviéticas, pero también de Isaak Bábel y de Mijaíl Bulgákov. En el mismo año publica su primera novela, «Glückauf», que tiene como marco una mina de carbón. Si bien estas primeras obras se mantienen escrupulosamente en la línea marcada por el régimen soviético, y está en efecto convencido de que el comunismo soviético es la única barrera posible contra el fascismo, Grossman no se sujeta al canon del realismo socialista”.
“Sus primeros textos le permiten convertirse en 1937 en miembro de la Unión de Escritores Soviéticos, una marca oficial de reconocimiento que le hace entrar en la Nomenklatura. Su segunda novela, «Stepán Kolguchin», una oda a las factorías metalúrgicas publicada entre 1937 y 1940, es propuesta para el premio Stalin, pero cae más tarde de la lista, por orden del propio Stalin, a partir de las sospechas de simpatía menchevique vertidas contra Grossman”.
Afirma un estudioso de su vida y su obra: “Grossman se vio atrapado en la Gran Purga en 1938, cuando su segunda esposa fue arrestada como consecuencia de la condena y ejecución de su primer marido, Borís Gúber, en 1937. El ya prominente escritor decidió intervenir asumiendo el enorme riesgo de escribir personalmente a Nikolái Yezhov. Logró liberar a su mujer, y también adoptó legalmente a los dos hijos de Gúber con el fin de evitar que sean enviados a un campo de huérfanos de «enemigos del pueblo». No pudo hacer nada por su tío, David Cherentsis, quien fue arrestado y fusilado en Berdychiv.
Durante aquel período, impotente, Grossman se vio obligado a firmar un manifiesto de apoyo a los procesos emprendidos contra viejos bolcheviques como Nikolái Bujarin, acusados de traición; y permaneció callado cuando dos de sus compañeros del grupo Pereval fueron ejecutados. Años más tarde, Grossman, atormentado por esa pasividad cobarde mostrada en aquellos años, vertió en «Vida y destino», una amarga confesión de arrepentimiento a través de su alter ego, Víktor Shtrum”.
Corresponsal de guerra
El 22 de junio de 1941, cuando Alemania invade la Unión Soviética, Grossman se encontraba en Moscú. Eximido del servicio militar a causa de su presunta tuberculosis, se alista como voluntario para acudir al frente como periodista para el diario Estrella Roja, vocero del Ejército Rojo. Partió hacia el frente el 5 de agosto de 1941, y fue testigo de la falta de preparación del Ejército Rojo, que casi lleva a éste al borde de la debacle. Logró escapar en situación de extremo peligro en dos ocasiones sin ser atrapado durante la batalla de Kiev.
En agosto de 1942 es enviado a Stalingrado, en el momento en que el VI Ejército alemán amenaza la ciudad. “La batalla de Stalingrado marca profundamente a Grossman, que pasa meses terribles en el frente. Tomará de aquella experiencia el material para sus dos obras maestras: «Por una causa justa» y «Vida y destino». Durante los últimos días de diciembre, visita la tumba de su primo, fallecido heroicamente en Stalingrado, cuya presencia allí desconocía”.
Continuando su tarea como corresponsal, Grossman es enviado a un frente secundario, 300 kilómetros al sur, en la Calmuquia recién liberada. Aprovecha ese viaje para analizar los mecanismos de la ocupación alemana y el tema tabú, el colaboracionismo. Grossman participa en julio y agosto de 1943 en la batalla de Kursk, y en octubre en la batalla del Dniéper.
Durante el otoño de 1943, el escritor Ilyá Ehrenburg recluta a Grossman para el Comité Judío Anti-Fascista, con el fin de reunir los documentos necesarios para la elaboración del “Libro Negro”. Es, de hecho, en la Ucrania progresivamente liberada donde Grossman descubre la amplitud de las masacres cometidas contra los judíos.
Después de la liberación de Kiev, Grossman va a Berdychiv, su localidad natal, con la esperanza de encontrar a su madre, pero descubre que fue asesinada junto con los 35.000 judíos de la ciudad por los Einsatzgruppen. La muerte de su madre es un golpe durísimo para Grossman, que jamás se perdonará no haberla llevado con él a Moscú.
La caída de la Alemania nazi
En 1945, Grossman es reasignado al VIII Ejército de Stalingrado, donde se reencuentra con el general Chuikov. Participa con él en la ofensiva del Vístula-Óder en enero y febrero, y más tarde en la batalla de Berlín en abril y mayo. Durante aquellos últimos meses del conflicto, es indignado testigo de las brutalidades cometidas por algunos soldados y oficiales soviéticos contra los civiles alemanes. Es el primer periodista en entrar en Berlín, donde asiste a la rendición de la ciudad. Finalizada la guerra y con el fallecimiento de Stalin, estando la Unión Soviética bajo la tutela de Nikita Kruschev, Vasili Grossman vivencia “el espejismo de la desestalinización”. Sus escritos y novelas son cuestionados por “nocivos” para los objetivos expansionistas del Estado soviético.
En 1954, “Por una causa justa” es reeditada en libro. Mientras tanto, Grossman trabaja en la que será su obra más conocida, “Vida y destino”, que terminará en 1960. En 1955, el mariscal Kliment Voroshílov intenta convencerlo de afiliarse al Partido Comunista, pero Grossman, que ha ido distanciándose del régimen comunista, rechaza la propuesta.
Entre 1955 y1963, pone en escena en su novela “Todo fluye” a un hombre recién liberado del gulag después de décadas de cautiverio, e incluye en el mismo manuscrito una terrorífica descripción de los horrores de la gran hambruna ucraniana de 1932 y 1933.
Demasiado optimista al respecto de la evolución del régimen, el intento de Grossman de publicar “Vida y destino” en 1962 se salda con la requisa inmediata por parte del KGB de las copias de la obra, e incluso de las cintas de máquina de escribir utilizadas. Con la expulsión del escritor del medio literario oficial, y la obligación de firmar una declaración conforme a la cual se abriría una causa contra Grossman en el caso de que contara a alguien lo sucedido, con sanciones económicas incluidas. Grossman escribe entonces una carta a Nikita Kruschev en la que reclama con ardor la libertad para su libro, apelando al espíritu aperturista del nuevo gobierno. No sólo no obtiene esa autorización sino que además es sometido a un interrogatorio por parte de un agente del temible KGB.
Grossman falleció en Moscú el 14 de septiembre de 1964. Su libro más importante Vida y destino fue publicado en 1980 en Suiza, gracias a que el disidente Andrei Sajarov pasó el manuscrito a microfilm sacándolo clandestinamente de la URSS.